Washington. El Congreso de Estados Unidos aprobó este lunes un plan de apoyo para hogares y empresas por $900.000 millones, considerado esencial para enderezar el rumbo de la primera economía mundial, fuertemente golpeada por la pandemia de coronavirus.
El abrumador apoyo que obtuvo el paquete de ayuda tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes allanó el camino para su promulgación por parte del presidente Donald Trump, cosa que hizo en la madrugada del martes, para evitar un cierre del gobierno federal.
“El pueblo estadounidense puede estar seguro de que hay más ayuda en camino, de inmediato”, dijo en Twitter el líder republicano del Senado, Mitch McConnell.
BREAKING: The Senate just passed another major bipartisan, COVID-19 relief package. The American people can rest assured that more help is on the way, immediately.
— Leader McConnell (@LeaderMcConnell) December 22, 2020
Coincidiendo con el fuerte avance de la propagación del coronavirus que sigue poniendo en jaque a la economía, los legisladores republicanos y demócratas finalmente elaboraron un proyecto de ley después de meses de disputas.
El acuerdo será una balón de oxígeno para millones de desempleados que veían como después de Navidad iban a expirar las ayudas y proporcionará una nueva inyección de dinero líquido a los hogares más vulnerables.
Las pequeñas empresas se beneficiarán de más subvenciones gubernamentales, mientras que el paquete también incluye ayudas para el alquiler y para las familias que enfrentan un desalojo.
“Es un buen acuerdo bipartidista”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi.
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“Pero como ha dicho el presidente electo, Joe Biden, es un primer paso, y tendremos que hacer más. Más para obtener asistencia para combatir el virus. Más dinero para comprar vacunas”, agregó en el recinto.
Estados Unidos, el país más golpeado en términos absolutos por la pandemia, enfrenta a un fuerte rebrote en los últimos meses, que amenaza la esperada recuperación económica. El número de casos en el país superó el lunes los 18 millones, con más de 319.000 muertos.
Datos recientes muestran que las ventas minoristas se desaceleraron de cara a la temporada navideña, mientras que las nuevas solicitudes de beneficios por desempleo han aumentado durante cuatro de las últimas cinco semanas después de meses de caídas.
La nueva ley “ayudará a algunos trabajadores y empresas a pasar el invierno, pero hará poco para acelerar la llegada de una recuperación económica”, estimó David Kelly, de JP Morgan Asset Management.
Cheques desde la próxima semana
El paquete de ayuda es parte de un amplio proyecto de ley $2,3 billones y casi 5.600 páginas que incluye la financiación del gobierno federal para el próximo año.
Antes incluso de la votación de las medidas de ayuda urgente a la economía, el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, aseguró el lunes que los cheques de $600 por adulto y por niño destinados a las familias con mayores dificultades comenzarán a enviarse al principios de la próxima semana.
Mnuchin celebró igualmente esta ayuda que llega “justo a tiempo para las vacaciones” de fin de año, en declaraciones a la cadena CNBC.
“La gente verá este dinero desde el comienzo de la semana próxima. Será muy rápido”, añadió el miembro del gabinete de Donald Trump.
Estas ayudas directas tienen como objetivo sostener el consumo de los hogares y con ello el crecimiento. Para las familias con mayores problemas económicos, también habrá ayudas para pagar alquileres.
“Podemos terminar el año con una rara nota optimista”, subrayó por su parte Chuck Schumer, el líder de la minoría demócrata en el Senado.
La primera economía del mundo cayó en una profunda recesión en primavera boreal, la peor desde los años 1930, debido al parón de la actividad para luchar contra la irrupción del nuevo coronavirus.
De la noche a la mañana, millones de estadounidenses se encontraron sin empleo.
La remontada sostenida en el verano boreal aportó un cierto optimismo antes de que la segunda gran ola de la pandemia detuviera de nuevo la creación de empleo y la actividad en otoño.
Este plan debería impedir que caigan en la pobreza millones de personas que iban a perder sus ayudas el día después de Navidad.
El primer paquete, que alcanzó la cantidad gigantesca de $2,2 billones, fue votado con urgencia a finales de marzo, en plena irrupción de la pandemia de covid-19.
Aquellas ayudas comprendían prestaciones por desempleo excepcionales de $600 por semana y el envío de un cheque de $1.200 por adulto.
Desde el verano boreal, demócratas y republicanos se encontraban en un callejón sin salida, enfrentados sobre la cantidad total del nuevo plan de urgencia: mientras que los primeros exigían un paquete equivalente al de marzo, los segundos pretendían limitarlo a un máximo de $1 billón.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ya había avisado la semana pasada que muchas pequeñas empresas podrían quebrar en caso de no recibir nuevos auxilios.
El plan debe incluir también ayudas por unos $16.000 millones para salvar decenas de miles de empleos de las compañías aéreas y sus subcontradas.