Seúl. Corea del Norte lanzó sin éxito un misil balístico intercontinental durante una salva de ensayos realizada este jueves, dijo el Ejército de Corea del Sur, y Estados Unidos llamó a la aplicación de las sanciones contra Pyongyang.
En respuesta a los lanzamientos Corea del Sur y Estados Unidos anunciaron que van a extender las maniobras aéreas conjuntas que realizan desde hace semanas, las mayores realizadas jamás por ambos países.
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Pyongyang calificó los ejercicios conjuntos como “un error terrible e irrevocable”. Los residentes en una isla surcoreana y en partes del norte de Japón recibieron avisos de buscar refugio después de los lanzamientos del jueves.
El disparo más importante pareció fallar. El lanzamiento “presuntamente ha terminado en fracaso”, indicó el Ejército surcoreano.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, condenó el lanzamiento del misil balístico intercontinental norcoreano e instó a todas las naciones a reforzar las sanciones contra Pyongyang, argumentando que violó las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La presidencia alemana del Grupo de los siete (G7), que ocupa Alemania, condenó los lanzamientos. El Estado Mayor Conjunto surcoreano dijo que detectó la mañana del jueves el lanzamiento del misil balístico de largo alcance, seguido de dos misiles de corto alcance.
Varias horas después informó de otro lanzamiento de un “misil balístico no identificado”. “El rango del misil balístico de largo alcance fue de unos 760 kilómetros (km), una altura de 1.920 km y una velocidad de Mach 15″, equivalente a 15 veces la velocidad del sonido, indicaron los militares surcoreanos.
Estos disparos ocurren un día después de que el país comunista dirigido por Kim Jong Un lanzara más de 20 proyectiles, uno de los cuales cayó en aguas territoriales surcoreanas.
‘Conmocionados y asustados’
Los medios surcoreanos indicaron que las sirenas de alerta aérea se volvieron a activar en la isla oriental de Ulleungdo, cuyos residentes fueron llamados a refugiarse en la víspera por un misil que cruzó de facto la frontera marítima entre las dos Coreas.
“Estamos conmocionados y asustados, ya que nunca había ocurrido algo así. No sabíamos dónde refugiarnos”, comentó Chae Young-sim, dueño de un comercio de 52 años.
El Gobierno japonés también emitió un aviso para los habitantes de sus regiones septentrionales para que buscaran refugio y no salieran a la calle.
Inicialmente, Tokio dijo que un misil sobrevoló su territorio, pero su ministro de Defensa, Yasukazu Hamada, indicó después que el misil no cruzó el país, “sino que desapareció en el mar del Japón”, entre el archipiélago y la península de Corea.
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Temores a un ensayo nuclear
Dado que el disparo estuvo “acompañado por avisos de evacuación, esto sugiere con fuerza el lanzamiento de un misil de alcance intermedio o un misil intercontinental”, tuiteó Chad O’Carroll, de la web especializada NK News en Seúl.
“El segundo podría ser muy preocupante para algunos si alcanzó con éxito una distancia significativa”, añadió.
Estados Unidos y Corea del Sur llevan meses advirtiendo de que la serie reciente de disparos de Pyongyang puede culminar en el sétimo ensayo nuclear del país.
Este frenesí de lanzamientos indica “con bastante posibilidad que lo próximo serán test de armas nucleares tácticas. Probablemente muy pronto”, dijo O’Carroll.
El académico de estudios norcoreanos Ahn Chan-il opinó también que “son eventos de precelebración de Corea del Norte antes de su próximo ensayo nuclear”. “También parecen como una serie de pruebas prácticas para su despliegue nuclear táctico”, añadió.
El 4 de octubre, Corea del Norte disparó un misil que sobrevoló Japón y provocó alertas de evacuación. El régimen de Pyongyang dijo después que estaba probando un “nuevo tipo de misiles balísticos tierra-tierra de alcance intermedio” y que, junto a otros ensayos, eran “ejercicios nucleares tácticos” que simulaban un ataque sobre Corea del Sur.
‘Tormenta Vigilante’
Esta serie de lanzamientos coincide con el despliegue de las maniobras militares bautizadas como “Tormenta Vigilante” de Estados Unidos y Corea del Sur, con cientos de aviones movilizados por ambos lados. Corea del Norte aseguró que estos ejercicios eran “agresivos y provocadores”.
En la víspera, entre la veintena de proyectiles disparados, uno de ellos cruzó la línea de límite norte, la frontera marítima de facto entre las dos Coreas.
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, manifestó que ese lanzamiento constituía “una invasión territorial de hecho” y su Ejército respondió con tres misiles aire-tierra que cayeron cerca de esa frontera.
Kim Jong Un multiplicó los ensayos militares este año y cambió recientemente las leyes para declarar como “irreversible” su arsenal atómico, descartando así la posibilidad de negociar una desnuclearización.
Pero, ¿Qué provoca ahora este récord de disparos norcoreanos, que eleva la tensión en la región?.
Según analistas entrevistados por la AFP, los ejercicios “Tormenta Vigilante” (Vigilant Storm), las mayores maniobras conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur, actualmente en curso, son un elemento esencial para comprender la furia de Kim.
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¿Qué tipo de ejercicios?
Seúl y Washington movilizaron centenares de aviones de combate y llevan a cabo ejercicios de ataque las 24 horas del día. Ambos aliados decidieron el jueves prolongar los ejercicios hasta el viernes “debido a las recientes provocaciones del Norte”, anunció el Ejército surcoreano.
Este año, unos 240 aviones estadounidenses y surcoreanos prevén efectuar 1.600 vuelos, un récord “jamás alcanzado” en este tipo de ejercicios, según la misma fuente.
¿Por qué son importantes?
Lo son porque implican a aviones de guerra de ambos países de alta tecnología, los F-35A y F-35B, de gran capacidad furtiva, es decir, muy difícilmente detectables por el enemigo.
Aunque Corea del Norte posee armas nucleares —a diferencia de su vecino del Sur— su Ejército del Aire es su talón de Aquiles, aseguran los expertos.
“La mayoría de sus aviones son obsoletos (...) Tiene pocos aviones de combate de punta” dijo a la AFP Cheong Seong-chang, investigador del Instituto Sejong. Además “el Norte no tiene bastante carburante para los aviones. Por tanto la formación (de los pilotos) no se hace de forma correcta”, agregó.
¿De qué tiene miedo Kim?
De los aviones furtivos, comentan los expertos.
Durante el verano boreal del 2022, circularon informaciones sobre entrenamientos de “bombardeos de decapitación” entre surcoreanos y estadounidenses. Su objetivo: eliminar a dirigentes norcoreanos en operaciones relámpago.
Pyongyang está convencido de que los aviones de punta F-35 “podrían ser utilizados en operaciones de decapitación”, alegó Go Myong-hyun, investigador del Asan Institute for Policy Studies.
Otras señales revelan la preocupación de Kim respecto a una tentativa de derrocamiento. En setiembre, la doctrina norcoreana fue revisada, autorizando un bombardeo preventivo y colocando a la fuerza atómica bajo el “mando monolítico” del dirigente.
Si el “sistema de mando y de control” nuclear de Corea del Norte es “puesto en peligro por un ataque de fuerzas hostiles, un bombardeo nuclear serán efectuado automática e inmediatamente”, precisó la nueva doctrina.
¿Cuál es la posición oficial del Norte?
Corea del Norte ha considerado siempre las maniobras conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur como un ensayo general a una invasión de su territorio, o un derrocamiento del régimen.
Los actuales ejercicios aéreos “Tormenta Vigilante” son una “maniobra militar agresiva contra la República popular y democrática de Corea”, afirmó el régimen norcoreano, que amenaza a Seúl y Washington con “pagar el más horrible precio de la historia”.
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¿Cuál es la posición de Corea del Sur?
El presidente surcoreano Yoon Suk-yeol asumió el cargo en mayo y prometió firmeza ante a Pyongyang. Intensificó las maniobras militares con sus aliados, que se redujeron mucho durante la pandemia.
Tras el fracaso de las conversaciones para su desarme en el 2019, el régimen de Kim Jong un se muestra cada vez más agresivo, llevando a cabo reiterados ensayos de armas que figuran en sus programas de armamento prohibidos.
Unos 27.000 soldados estadounidenses están estacionados en Corea del Sur para ayudar en caso de ataque del Norte. Según los aliados, los ejercicios militares son un elemento esencial de la estrategia de defensa surcoreana.