La Habana. Cuba se vio sacudida el domingo por históricas protestas que sorprendieron al gobierno, las mayores manifestaciones desde el triunfo de la revolución en 1959. Detrás de este estallido hay factores como la crisis económica, la pandemia y los efectos del Internet móvil.
Cuba ya estaba en crisis antes de la llegada de la pandemia del coronavirus a la isla en marzo del 2020.
La caída de la economía de Venezuela, que ha sido su principal apoyo, y el endurecimiento del embargo estadounidense durante el mandato de Donald Trump, con más de 240 sanciones adicionales, noquearon la economía cubana.
Las sanciones impuestas por el exmadantario republicano incluyeron el cierre de las oficinas de Western Union en la isla a finales del 2020, lo que afectó directamente a la población que recibe dólares de sus familiares en el exterior.
Adicionalmente se prohibió que los cruceros estadounidenses hicieran escala en la isla y se aplicó el capítulo 3 de la Ley Helms– Burton, que ahuyentó a inversores y bancos, afectando directamente al gobierno.
La administración de Joe Biden ha mantenido esta política, mientras que la pandemia ha impedido la entrada a la isla de turistas, el segundo ingreso de divisas al país.
LEA MÁS: Joe Biden pide al régimen cubano que ‘escuche a su pueblo’
La economía cubana, afectada por la lentitud en sus reformas y el deficiente manejo administrativo, registró en 2020 una caída del Producto Interno Bruto de 10,9%, el peor descenso desde 1993.
Los cubanos hacen largas filas desde hace casi dos años ante la escasez de alimentos y medicinas en el país.
El gobierno, necesitado de divisas, abrió numerosas tiendas en dólares, una moneda que los cubanos reciben del exterior o la tienen que conseguir en el mercado negro debido a que no la pueden obtener en bancos o casas de cambio.
En tanto, las tiendas que reciben pesos cubanos están prácticamente desabastecidas, lo que ha provocado rechazo de parte de la población que no tiene divisas.
Varias termoeléctricas, de las 18 que generan la corriente del país, han tenido problemas al llegar el verano, lo que ha obligado a realizar cortes del suministro. Los apagones provocan una creciente irritación.
A todo esto se suma la reforma financiera que entró en vigor a principios del 2021 para unificar el peso cubano y el peso convertible (CUC) vigente durante 26 años.
La medida quintuplicó el sueldo mínimo a $87 y aumentó significativamente el resto de los salarios, pero también hubo un incremento de precios de bienes y servicios. Según Economist Intelligence Unit, en 2021 habrá una inflación del 400% al 500%.
LEA MÁS: Cuba acusa a EE. UU. de estar detrás de las manifestaciones en la isla
Cifras alarmantes y cambios
Aunque la isla, de 11,2 millones de habitantes, ha conseguido durante más de un año contener relativamente el avance de la pandemia, en la última semana ha enfrentado el momento más crítico desde que se detectaran los primeros casos. La isla registra 244.914 contagios y 1.579 fallecimientos hasta ahora.
Los científicos cubanos han desarrollado cinco candidatas a vacuna contra la covid–19, entre ellos Abdala, que la semana pasada recibió la autorización para su uso del regulador de medicamentos de Cuba y se convirtió en el primer inoculante desarrollado en América Latina.
El país inició en mayo la vacunación de la población y hasta la fecha 1,7 millones de personas han sido inmunizadas con tres dosis.
La llegada de la telefonía móvil en 2018 dio a la sociedad civil y, en especial a la generación de milenials, una capacidad de movilización que antes no tenían y que ha desconcertado al gobierno.
LEA MÁS: Protestas en Cuba evocan ‘El Maleconazo’, 27 años después
La comunicación en las redes sociales fue vital después del tornado que azotó La Habana el 27 de enero del 2019 para repartir ayuda a los damnificados. También fue una herramienta clave para la protesta del 27 de noviembre del 2020 frente al Ministerio de Cultura, exigiendo libertad de expresión.
Las manifestaciones del domingo fueron ampliamente difundidas en las redes sociales, provocando un efecto cascada en todo el país, lo que llevó a las autoridades a realizar cortes al acceso al Internet móvil.
Cuatro años y medio después de la muerte de Fidel Castro y tres meses después de que Raúl Castro dejara el poder para jubilarse, muchos cubanos, fundamentalmente jóvenes, piden un cambio.
Un buena cantidad reclama al presidente y primer secretario del Partido Comunista (PCC único), Miguel Díaz– Canel, espacio para otras formas de pensar y para el debate de diferentes puntos de vista.
Más allá de esas demandas políticas, los cubanos quieren también mejorar las condiciones de su vida cotidiana y más libertad en los negocios, en un país donde la apertura del sector privado avanza a paso lento.
LEA MÁS: (Video) OEA y Estados Unidos condenan violencia contra cubanos que se sumen a inéditas protestas