Los líderes de los 27 países de la Unión Europea (UE) inician este martes en Bruselas la segunda jornada de una cumbre dedicada a discutir la reapertura de las fronteras para reactivar la economía y el plan de acción para hacer frente al cambio climático.
En la noche del lunes, los líderes europeos acordaron cerrar el espacio aéreo del bloque a aeronaves de Bielorrusia, en respuesta al desvío forzado de un avión de pasajeros para arrestar a un periodista opositor que viajaba a bordo.
Después de la agitada reunión del lunes, los jefes de gobierno se centrarán ahora en la reapertura de las fronteras de cara al verano boreal, en la medida en que avanzan las campañas de vacunación y se define la implementación de un certificado sanitario europeo.
Durante la semana pasada, los estados de la UE y el Parlamento Europeo alcanzaron un acuerdo sobre aspectos centrales de ese certificado, que permitiría la gradual recomposición de la movilidad en el continente.
La idea es que el certificado demuestre que una persona ha sido completamente vacunada contra el covid-19, ha pasado un examen reciente o ya es inmune por haber contraído la enfermedad.
"La discusión ahora se centrará en el uso de certificados. Se debe encontrar un equilibrio porque algunos países quieren reservarse el derecho de imponer medidas nacionales" como cuarentenas, dijo un diplomático europeo.
Los países de la UE también han acordado permitir la entrada al bloque a viajeros de terceros países que hayan recibido las dosis necesarias de vacunas anticovid aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
También se discutirá la composición de una lista de países considerados "seguros", actualmente restringida a siete y desde los cuales se permiten viajes "no esenciales" a la UE.
Una discusión sobre esa lista, sin embargo, no debería ocurrir este martes.
"El certificado sanitario es particularmente importante para reactivar nuestra economía, con la libre circulación de trabajadores pero también de turistas durante el verano", dijo el martes el primer ministro croata, Andrej Plenkovic.
En esta reunión los líderes también pretenden discutir el futuro plan de acción climática que la Comisión Europea debe proponer a mediados de julio, con el objetivo de lograr la neutralidad de carbono en el continente para 2050.
Los países de la UE acordaron en diciembre reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE en al menos un 55% para 2030 en comparación con 1990, pero sin abordar formas de hacerlo.
Las conclusiones de la reunión deben seguir siendo "concisas y generales", dijo un diplomático europeo, por falta de estudios de impacto que se estén realizando.
Sin embargo, dijo la fuente, el debate servirá para conocer mejor la posición de cada delegación con relación al sistema de reparto de emisiones entre países en los esfuerzos de reducción.
El debate se centra en particular en los criterios de esta distribución.
"Podemos desarrollar un nuevo mecanismo para crear un mercado de emisiones para la construcción o el transporte, pero no gestionamos un precio del carbono para el transporte por carretera como lo hacemos para una fábrica (...) Algunos Estados han comenzado a hacerlo, otros están radicalmente en contra, otros se preguntan por la solidaridad del dispositivo", señaló una fuente diplomática.
La imposición de derechos de emisión o nuevas restricciones al transporte por carretera y aéreo, o incluso al transporte marítimo, "son cuestiones muy delicadas y no podemos tener un acuerdo por escrito sobre esto antes de que la Comisión presente sus propuestas", apuntó otro funcionario europeo.
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