París. Cinco años después del Acuerdo de París, el mundo sigue sin estar a la altura del desafío climático. Pero en plena pandemia, los dirigentes del planeta tratarán el sábado de dar un nuevo impulso al tratado, rescatado de la agonía con la elección de Joe Biden.
El 12 de diciembre del 2015, la comunidad internacional reunida en París marcaba un hito tras 13 días de negociaciones frenéticas: la casi totalidad del planeta se comprometió a contener el calentamiento por debajo de + 2ºC y a ser posible a + 1,5 ºC, respecto a la era preindustrial, en un reconocimiento inédito de la necesidad de actuar para proteger a las futuras generaciones.
Sin embargo, la elección de Donald Trump un año después, que anunció la retirada del Acuerdo de Estados Unidos - segundo emisor mundial -, asestó un primer golpe al impulso internacional, alentando a otros países a distanciarse de los esfuerzos climáticos, como Brasil y Australia.
En estos cinco años, se sucedieron además los informes científicos abrumadores y la intensificación de las catástrofes climáticas, a la par con una toma de conciencia inaudita de la sociedad civil y en especial de los jóvenes, liderados por Greta Thunberg.
El planeta “se calentó 1,2 ºC y observamos eventos extremos climáticos y una volatilidad sin precedentes”, manifestó recientemente el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
En efecto, la última década, la más cálida jamás registrada, arrojó señales inequívocas del cambio climático: canículas, huracanes en serie, incendios forestales masivos, inundaciones...
“Las políticas climáticas no están a la altura de lo que nos jugamos”, sentenció Guterres.
Objetivo: neutralidad carbono
No obstante, el Acuerdo de París sirvió para limitar el desastre.
“En el 2014, nos dirigíamos hacia un mundo entre + 4ºC y + 6 ºC para finales de siglo”, recordó en rueda de prensa Christiana Figueres, responsable sobre el clima de la ONU durante la COP21, la reunión en la que se firmó el Acuerdo en el 2015.
Desde entonces, la primera serie de compromisos de los Estados firmantes permitieron reducir estas previsiones entre +3 ºC y +4 ºC.
“Y la buena noticia es que con los compromisos (anunciados) de China, Corea del Sur, Japón, Colombia y Sudáfrica y probablemente de Estados Unidos todavía ganamos y nos dirigimos hacia +2,1 ºC”, insistió.
Se trata de las previsiones del Climate Action Tracker, que integra los objetivos de neutralidad carbono para 2050 de Japón, Corea del Sur, la UE y del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, y para 2060 de China.
Un centenar de países en total tomaron este tipo de compromisos a largo plazo.
“Es positivo, ¿pero se realizará?”, se pregunta el francés Laurent Fabius, presidente de la COP21 hace un lustro, defendiendo el establecimiento de objetivos a corto y medio plazo para asegurar esta trayectoria.
La ONU observa además con preocupación las inversiones masivas de los planes de relanzamiento poscovid, orientadas a sectores de energías fósiles, mientras que estima que el objetivo debería ser reducir su producción de 6% anual hasta el 2030.
Nuevos compromisos
Por otro lado, los firmantes del Acuerdo de París deben someter antes de fin de año una revisión de sus compromisos de reducción de emisiones, pero hasta ahora solo lo hicieron formalmente una veintena de países, que representan menos del 5% de las emisiones mundiales.
Pese a ello, los defensores del clima esperan que la cumbre virtual del sábado sea la ocasión de dar un nuevo impulso.
“La cuenta atrás empezó y nuestra supervivencia está en juego”, afirmó Mohamed Nasheed, ex presidente de las Maldivas y embajador del Climate Vulnerable Forum, que representa a 1.000 millones de personas de 48 países, entre ellos los más vulnerables a los desarreglos climáticos.
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“Nuestros países, en especial los pequeños Estados insulares, serán condenados a la extinción incluso en caso de +2 ºC”, agrega. “Más de 1,5 ºC nos condena a muerte”.
Estos países recuerdan la promesa de los países ricos de elevar a 100.000 millones de dólares anuales su apoyo climático a partir del 2020, una suma por ahora lejos de materializarse.
La climatóloga Corinne Le Quéré explica no obstante que pese a todo sigue siendo posible limitar el calentamiento a + 1,5ºC. “Si todos los países llegan a la neutralidad carbono en el 2050 lo lograremos. ¿Pero es política y económicamente posible?”, se pregunta.
Para alcanzar este objetivo, habría que reducir las emisiones de 7,6% anual entre el 2020 y 2030, según la ONU. Y cambiar radicalmente el sistema económico mundial.
Con el fin de mantener la presión, Greta Thunberg llamó a los jóvenes a una nueva jornada de movilización el viernes, principalmente en línea.
En cinco años, “han cambiado pocas cosas. Exigimos medidas”, clamó la adolescente sueca.