Brasilia. Un total de 1.180 km2 fueron deforestados en la Amazonía brasileña en mayo, un aumento de 41% respecto al mismo periodo del año pasado y un récord para el mes de mayo, según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
La deforestación hasta el 28 de mayo, tercer mes consecutivo de récords mensuales, vuelve a poner en duda las promesas del gobierno de Jair Bolsonaro de reducir estos índices.
“El dato es preocupante, porque el mes de mayo marca el inicio de la estación seca, cuando la devastación se intensifica en gran parte de la región amazónica”, alertó la red de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) Observatorio do Clima, muy crítica con la gestión medioambiental del gobierno.
Los datos oficiales son recogidos por el sistema Deter de observación satelital del INPE desde el 2015.
La deforestación en abril había sido de 580 km2, también un récord para ese mes.
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Bolsonaro, que desde que llegó al poder en el 2019 promovió la apertura comercial de la Amazonía y denunció a las ONG ambientalistas como un “cáncer”, se comprometió recientemente a “eliminar la deforestación ilegal de Brasil en 2030”, diez años antes de lo previsto inicialmente.
El mandatario ultraderechista, que niega la existencia del cambio climático provocado por la acción humana, hizo esa promesa ante la Cumbre del Clima organizada en abril por el presidente estadounidense, Joe Biden.
Sin embargo, los ambientalistas aseguran que su gobierno es omiso y que incluso está saboteando la protección del medio ambiente.
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El gobierno Bolsonaro “se dedica desde hace dos años y medio a desmontar las políticas de control de la deforestación”, expresó el Observatorio do Clima.
“Las tareas de inspección del (organismo de control) Ibama fueron maniatadas” y la gestión del ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, “virtualmente paralizó las operaciones del organismo, cuya cúpula acaba de ser apartada del cargo por sospecha de operar a favor de madereros”, añadió la ONG.
Salles y otros miembros de su cartera están siendo investigados en la justicia por su presunta implicación en un esquema de exportación ilegal de madera, por supuestamente facilitar la venta irregular hacia Europa y Estados Unidos.
De enero hasta el 28 de mayo de este año, la deforestación de árboles para los aserraderos y las actividades agropecuarias alcanzó 2.337 km2 en la Amazonía.
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Si se mantiene la tendencia al alza en los próximos dos meses, la deforestación en el 2021 (medida entre agosto del 2020 y julio del 2021) “podrá terminar con un inédito aumento por cuarto año consecutivo”, advirtió el Observatorio.
En el periodo de referencia agosto-julio se vienen registrando récords sucesivos desde hace tres años, con 9.216 km2 deforestados entre agosto del 2019 y julio del 2020 (+34% respecto a los 12 meses anteriores), una superficie mayor que la de Puerto Rico.