La Casa Blanca dijo el lunes que una delegación estadounidense sostuvo conversaciones el fin de semana en Venezuela con el gobierno de Nicolás Maduro, y el tema de la energía estuvo sobre la mesa, mientras Washington busca formas de reducir sus importaciones de petróleo ruso.
"El propósito del viaje que realizaron los funcionarios de la administración fue discutir una variedad de temas que incluyen ciertamente energía, seguridad energética", declaró en rueda de prensa la portavoz del gobierno de Joe Biden, Jen Psaki.
Agregó que la delegación también planteó la situación de ciudadanos y residentes estadounidenses detenidos por el gobierno de Maduro, incluidos seis ejecutivos de Citgo -filial en Estados Unidos de la petrolera venezolana PDVSA- arrestados en 2017.
Pero enfatizó que el diálogo sobre energía y el destino de los detenidos son "conversaciones separadas".
"Hubo una discusión que tuvieron los miembros de la administración en el transcurso de los últimos días", señaló la vocera. "Y parte de nuestro enfoque también está en la salud y el bienestar de los ciudadanos estadounidenses detenidos".
En los últimos años, Estados Unidos también ha reclamado la liberación del exmarine Matthew Heath, detenido en septiembre de 2020 señalado de "espía", y de dos veteranos militares, Airan Berry y Luke Denman, acusados de tramar una fallida incursión por mar para derrocar a Maduro en mayo de 2020.
Estados Unidos y Venezuela rompieron relaciones a principios de 2019, luego de que Maduro asumió un segundo mandato en elecciones consideradas fraudulentas por la oposición y medio centenar de países. Washington reconoció entonces al líder opositor Juan Guaidó, presidente del Legislativo, como única autoridad legítima, e impuso una batería de sanciones a Caracas en pos de forzar la salida de Maduro.
Las medidas incluyen un embargo vigente desde abril de 2019 que impide a Venezuela negociar su crudo -que representaba 96% de los ingresos del país- en el mercado estadounidense.
Según el New York Times, la actual visita a Caracas de altos funcionarios del Departamento de Estado y la Casa Blanca responde al supuesto interés de Washington de reemplazar parte del petróleo que le compra actualmente a Rusia con el que dejó de comprarle a Venezuela.
Psaki no precisó quiénes integraron la delegación del gobierno de Biden.
Pero según trascendidos incluía a Juan González, director para las Américas del Consejo de Seguridad Nacional de Biden; a Roger Carstens, enviado presidencial especial para asuntos de rehenes; y a Jimmy Story, embajador de Estados Unidos en Venezuela, basado en Bogotá.
El gobierno de Maduro no respondió a consultas de AFP sobre el encuentro.
Desde Caracas, el despacho de Guaidó, a quien Washington considera presidente interino de Venezuela, informó de una reunión con altos funcionarios estadounidenses, pero declinó dar detalles "atendiendo razones de interés y seguridad nacional de nuestro aliado", según un vocero.
Los funcionarios estadoundienses se reunieron también con Gerardo Blyde, quien encabeza la Plataforma Unitaria. Esta es la alianza política opositora venezolana que participa en el diálogo con el gobierno de Maduro, lanzado en agosto pasado en Ciudad de México para poner fin a la aguda crisis política y económica del país, según un Memorando de Entendimiento.
Pero las conversaciones, bajo el auspicio de Noruega y el acompañamiento de Rusia y Países Bajos, fueron suspendidas en octubre por Caracas por la extradición a Estados Unidos del empresario Alex Saab, acusado de ser el testaferro de Maduro.
Washington señaló el mes pasado que estaría dispuesto a revisar la política de sanciones "si se registraran avances considerables en el marco de estas negociaciones".
El lunes, Psaki dijo que Biden no ha decidido aún sobre una eventual prohibición de la importación de petróleo ruso, en momentos en que legisladores demócratas y republicanos impulsan un proyecto de ley en ese sentido.
El Wall Street Journal informó de pedidos de inversores al gobierno de Biden para poder volver a comprar crudo venezolano.
Pero para el senador republicano Marco Rubio, eso sería cambiar el petróleo de "un dictador asesino con petróleo de otro dictador asesino".
"Que Biden organice reuniones secretas con el narcoterrorista Maduro sin siquiera informar a los venezolanos que han sufrido y arriesgado todo oponiéndose a Maduro es una vil traición", tuiteó el lunes.
Para Mariano de Alba, experto sobre Venezuela en el International Crisis Group, pensar que en un plazo muy corto Maduro abandone a Putin y se acerque a Estados Unidos "es bastante irrealista", explicó a la AFP.
Pero reconoció que Washington tiene intereses sobre seguridad energética y liberación de prisioneros, lo cual "sería una buena noticia" antes de las elecciones de mitad de mandato en noviembre, claves para los demócratas.
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