La policía de Hong Kong detuvo este viernes a una dirigente prodemocracia, en momentos que las autoridades buscan impedir cualquier conmemoración pública del aniversario de la mortal represión china en la plaza de Tiananmen.
Unos 7.000 policías se mantenían atentos luego de que el gobierno prohibió la vigilia que se ha celebrado cada 4 de junio durante décadas como una fecha especial del movimiento prodemocracia de la ciudad.
El primer arresto ocurrió la mañana del viernes cuando Chow Hang-tung fue detenida por cuatro policías frente a su oficina en el distrito Central.
Chow, de 37 años, es una de las vicepresidentas de la Hong Kong Alliance, que organiza la vigilia anual.
La policía confirmó que dos personas, Chow y un hombre de 20 años, fueron detenidos por sospechas de promover una reunión ilegal por redes sociales.
"Sus comentarios en redes sociales involucraron la promoción y el llamado a otras personas a participar de actividades públicas prohibidas", dijo a periodistas el superintendente policial Law Kwok-hoi.
Grandes multitudes suelen congregarse en Hong Kong para marcar el aniversario de la represión contra manifestantes prodemocracia en la plaza de Tiananmen de Pekín el 4 de junio de 1989, donde hubo cientos de muertos y algunos calculan unas 1.000 víctimas.
Bajo la política de "una China, dos sistemas" que le otorga mayores libertades a Hong Kong, la excolonia británica era la única parte del territorio chino donde se permitían grandes manifestaciones por la fecha.
Los eventos principales de Hong Kong se realizaron en el Parque Victoria, con vigilias para recordar a las víctimas de la matanza y llamar a China a aceptar la democracia.
Pero la vigilia de este año fue prohibida por las autoridades de Hong Kong a causa de la pandemia del coronavirus, pese a que la ciudad no ha registrado casos de transmisión local de origen desconocido en más de un mes.
Aunque el año pasado también se prohibió la vigilia por la pandemia, miles de personas desafiaron la veda.
Sin embargo, mucho ha cambiado en Hong Kong en el último año, en el que la policía comenzó a utilizar una drástica ley de seguridad nacional para perseguir al movimiento prodemocracia.
Las autoridades advirtieron que la cláusula sobre subversión contenida en la ley podría ser utilizada contra los manifestantes por Tiananmen.
La amenaza de detenciones masivas obligó a muchos de los que normalmente participarían en la vigilia a pensar de manera creativa.
Por ello, algunos activistas pidieron a la población encender velas en sus casas y barrios la noche del viernes, o postear mensajes conmemorativos en sus redes sociales.
"Un régimen puede prohibir una reunión, pero no puede prohibir el dolor en el corazón de la gente", escribió el encarcelado activista Lee Cheuk-yan, en un mensaje publicado en Facebook.
"Espero que todos encuentren alguna manera de encender una vela en la ventana, la carretera, donde pueda ser visto por otros", agregó.
Clara Cheung fue parte de un pequeño grupo de artistas que se congregaron la tarde del jueves en el Parque Victoria, donde llevó 64 flores blancas que colocó sobre la calle.
"Debemos encontrar nuevas formas de expresarnos", dijo a la AFP.
Al igual que muchos sobrevivientes de Tiananmen que huyeron al exterior hace tres décadas, numerosas figuras del movimiento prodemocracia de Hong Kong optaron por el autoexilio y piensan conmemorar en el exterior.
Hay vigilias planeadas en ciudades como Tokio, Sídney, Taipéi, Londres, Berlín y Washington.
El gobierno estadounidense saludó a las víctimas de la matanza en un comunicado, en el que pidió a China "transparencia" sobre los hechos.
También dijo que permanecerá "junto al pueblo chino en su demanda para que el gobierno respete los derechos humanos universales".
En China continental, el aniversario de Tiananmen suele ser marcado por un dramático incremento en la censura en internet, mientras que la plaza en Pekín permanece aislada.
Pekín impuso el año pasado a Hong Kong una ley de seguridad nacional en respuesta a las grandes y a menudo violentas manifestaciones prodemocracia de 2019.
La legislación transformó el panorama político de la ciudad y condujo a la detención de más de 100 personas, en su mayoría por sus opiniones políticas.
A la mayoría de los detenidos se les niega libertad bajo fianza y se exponen a sentencias de prisión de por vida si son condenados.
La legislación se ha combinado con una nueva campaña denominada "los patriotas gobiernan en Hong Kong", dirigida a purgar del servicio público a cualquiera que sea considerado desleal.
Según China, las medidas han restaurado la estabilidad en la ciudad.
Los críticos, incluidos varios gobiernos occidentales, dicen que la represión quebró la promesa de Pekín de que Hong Kong mantendría sus libertades luego de que Gran Bretaña devolviera en 1997 el territorio a China.