Ciudad de México. Treinta militares de la Marina Armada de México fueron entregados a la Fiscalía General para ser investigados por su presunta participación en la desaparición forzada de distintas personas en 2014 en Tamaulipas (noroeste), informó este lunes la dependencia.
"Se pusieron a disposición de la Fiscalía General 30 elementos navales el pasado 9 de abril dando cumplimiento a órdenes de aprehensión (...) por el presunto delito de desaparición forzada de personas", detalló un comunicado de la secretaría de Marina Armada.
La nota señaló que los militares son investigados por hechos ocurridos en Nuevo Laredo, en el estado de Tamaulipas y fronterizo con Estados Unidos, en 2014. Sin embargo, no detalló fecha precisa, ni el número de personas o las circunstancias en que se produjeron las probables desapariciones forzadas.
La Marina Armada, que no precisó si todos son elementos activos, explicó que decidió entregar a los uniformados para que personal personal de la Fiscalía "realice las investigaciones pertinentes".
Según medios locales, los elementos de la Marina Armada estarían relacionados con al menos 25 desapariciones reportadas luego de que en 2014 un grupo especial de la Marina Armada fue desplegado en Nuevo Laredo para combatir a células del crimen organizado.
Por su extensa frontera con Estados Unidos y su litoral en el Golfo de México, Tamaulipas ha estado marcado por años por la violencia ligada al tráfico de drogas.
En Tamaulipas tiene su base el cartel del Golfo, considerado el más antiguo de México, y fue terreno del violento cartel de los Zetas, formado por militares de élite que desertaron, pero que prácticamente está desarticulado tras la captura de sus líderes.
Según datos oficiales, Tamaulipas es el segundo estado de los 32 mexicanos con mayor reporte de personas desaparecidas: la cifra acumulada hasta enero supera las 11.300.
La mayor parte de las desapariciones, de acuerdo con las denuncias, ocurren en las carreteras que conducen hacia Estados Unidos y son atribuidas a narcotraficantes, pero también han sido acusadas fuerzas del orden, sobre todo policías estatales y municipales.
Esta es la mayor captura de militares señalados de desaparición forzada que se conoce en los últimos años en México.
Entre las víctimas de desapariciones, denuncian organizaciones civiles, se estima que puede haber migrantes indocumentados que buscaban llegar a Estados Unidos.
En enero pasado, 16 guatemaltecos fueron asesinados y sus cuerpos carbonizados cerca de la frontera. Por esta masacre fueron detenidos 12 policías de élite de Tamaulipas y ocho agentes migratorios.
En agosto de 2010, un grupo de 72 migrantes, en su mayoría centroamericanos, fueron asesinados por presuntos Zetas en San Fernando, Tamaulipas.
Desde finales de 2006, cuando el gobierno lanzó una polémica ofensiva militar antidrogas, y hasta diciembre del año pasado, México sumaba 80.517 denuncias de personas desaparecidas, según registros oficiales.
Uno de los casos más resonantes es el de los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero (sur), desaparecidos en septiembre de 2014.
El gobierno había anunciado que se preparaban órdenes de captura contra militares por el caso Ayotzinapa, pero no ha informado oficialmente si ya fueron cumplidas.
Además, desde el inicio del operativo y hasta la fecha, más de 300.000 personas han sido asesinadas, de acuerdo con los registros gubernamentales, que atribuyen la mayoría de estas muertes al crimen organizado.