Bogotá. El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció este viernes que va a revisar un controvertido proyecto de reforma tributaria rechazado con masivas protestas por castigar a la clase media en plena pandemia.
“He dado una instrucción muy clara al Ministerio de Hacienda para que (...) construya un nuevo texto con el Congreso que recoja el consenso y que permita también nutrirse de propuestas valiosas” de los partidos, el sector privado y la sociedad civil, declaró en su programa cotidiano de televisión.
El mandatario conservador aseguró que la nueva propuesta descarta el aumento al IVA (impuesto al valor agregado) para servicios y bienes, así como la ampliación de la base de contribuyentes con impuesto de renta, principales puntos de discordia.
“Eso tiene que dar tranquilidad y tiene que dar también certezas a la ciudadanía”, agregó el presidente que enfrenta una popularidad en rojo (-33%).
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El proyecto fue presentado como una forma de aliviar el bolsillo de la cuarta economía latinoamericana, golpeada por la pandemia y que cayó 6,8% en el 2020 en su peor desempeño en medio siglo, así como de costear ayudas para poblaciones vulnerables.
Sin embargo, la propuesta fue rechazada por la oposición, sindicatos, estudiantes y otras organizaciones de la sociedad civil que la describieron como inoportuna y especialmente agresiva con la clase media. Incluso el partido de gobierno y sus aliados tradicionales le hicieron reparos.
Mientras que los indígenas anunciaron una masiva movilización si no se retiraba el proyecto.
El gobierno aspiraba recaudar unos $6.300 millones entre el 2022 y el 2031 con la reforma y mantener así su calificación crediticia.
Disturbios
El miércoles, decenas de miles de personas se volcaron a las calles de las principales ciudades del país, convocados por el llamado Comité Nacional de Paro que desde el 2019 exige un cambio de rumbo al gobierno.
Aunque la mayoría de las protestas se dieron de forma pacífica, se registraron algunos disturbios, principalmente en Cali, Pasto y Popayán, capitales en el suroeste del país, que persistieron este viernes.
Según el último balance oficial hay 209 policías heridos y 185 arrestos. En tanto se desconoce el número de civiles lesionados.
En respuesta a los desmanes, el ministro de Defensa, Diego Molano, anunció la militarización de la capital del Valle del Cauca, con 2,2 millones habitantes.
“Hemos identificado que los hechos violentos en Cali han sido premeditados, planeados y patrocinados por organizaciones criminales”, dijo este viernes en video sin precisar a qué grupos se refería, tras anunciar la llegada de unos 3.000 policías y militares a la ciudad.
“Vamos a militarizar la ciudad, porque lamentablemente las personas que salieron a hacer la marcha pacífica (el miércoles y jueves) ya no están en las calles, los que están son vándalos robando, atacando”, afirmó a Blu Radio Clara Luz Roldán, gobernadora del Valle del Cauca, departamento cuya capital es Cali.
Por su parte, el director para las Américas de la ONG Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, denunció la muerte de una persona a manos de un policía en la misma urbe. Según autoridades locales, el hecho no tuvo relación con las protestas.
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Colombia, con 50 millones de habitantes, enfrenta actualmente un tercer pico de contagios que rompe récords de muertes diarias por covid-19 y tiene al sistema hospitalario al borde del colapso.
Desde el 6 de marzo del 2020, el país registra más de 2,8 millones de contagios y 73.200 muertes.
En proporción a su población, es el quinto país con más fallecidos por coronavirus en América Latina y el Caribe y el cuarto con más casos, según un recuento de la AFP.
Las esperanzas están puestas en el proceso de inmunización que avanza a paso lento.