El primer evento en Estados Unidos de la serie LIV Golf, financiada por Arabia Saudita, comenzó el jueves a las afueras de Portland (Oregón) en medio de protestas y de amenazas de acciones legales de jugadores.
Familiares de víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001 convocaron a una rueda de prensa cerca del lugar para expresar su indignación por la celebración del torneo en territorio estadounidense.
Andre Aiken, quien tenía tres años cuando su padre, Terrance, murió en el World Trade Center de Nueva York, fue uno de los familiares que insistieron en señalar a Arabia Saudita por complicidad en los atentados, que causaron la muerte de casi 3.000 personas, una responsabilidad que el gobierno de Riad ha negado.
"Debido a las acciones del reino de Arabia Saudita, hubo muchos momentos cruciales en los que mi padre no pudo estar presente. Nunca conoceré el sonido de su voz, la sensación de su abrazo", dijo Aiken.
"Para mí, 20 años después, ver a esas mismas personas responsables creer que pueden venir como si nada hubiera pasado, es muy duro", afirmó.
La serie LIV Golf, dirigida por el ex golfista australiano Greg Norman, está financiada por el fondo soberano de Arabia Saudita, lo que ha suscitado duras críticas de grupos de defensa de los derechos humanos que la consideran un intento del reino de mejorar su imagen a través del deporte.
El circuito ofrece una bolsa récord de premios de 25 millones de dólares por cada uno de sus eventos. El torneo de esta semana en Pumpkin Ridge (afueras de Portland) es el segundo del calendario de la serie.
Figuras del circuito PGA como Brooks Koepka, Bryson DeChambeau y Patrick Reed, ganadores de títulos de Grand Slam, se estrenaban el jueves en la nueva competición.
Todos ellos, al igual que otros grandes nombres como Phil Mickelson o Sergio García, quedaron impedidos de participar en los torneos del circuito PGA, que ha fortalecido su alianza con el circuito europeo (DP World Tour) para enfrentar a la nueva competencia.
Al mismo tiempo, la pugna entre las organizaciones tradicionales y los golfistas 'disidentes' sigue recrudeciéndose.
El DP World Tour recibió una carta de más de una docena de jugadores que amenazan con emprender acciones legales a menos que se anulen las sanciones impuestas contra ellos por competir en el primer evento de LIV Golf, celebrado este mes en Inglaterra.
Entre los firmantes se encuentran los ingleses Ian Poulter y Lee Westwood, miembros del DP World Tour, que fueron multados cada uno con 100.000 libras (123.000 dólares) y expulsados del Abierto de Escocia de la próxima semana y de otros dos eventos.
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