Lisboa. Portugal, epicentro de la epidemia del coronavirus en Europa estos últimos días, pidió ayuda internacional para aliviar sus saturados hospitales cuando, según varios expertos, se disponía este martes a alcanzar el pico de la tercera ola.
Al superarse el umbral de los 300 muertos diarios en este país de 10 millones de habitantes, la imágenes de ambulancias haciendo cola durante horas frente al mayor hospital de Lisboa obligaron al gobierno a pedir ayuda.
“Tras varios contactos bilaterales”, el Ejecutivo del socialista António Costa confirmó el lunes por la noche haber aceptado “la oferta de cooperación del gobierno alemán para reforzar la respuesta la covid-19”.
La ministra alemana de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, ya había anunciado el envío el miércoles de ocho médicos y de personal sanitario, así como unos 150 equipos de infusión intravenosa y 150 camas medicalizadas.
LEA MÁS: Portugal elige presidente en medio de estricto confinamiento por la pandemia
El canciller austríaco, Sebastian Kurz, indicó el fin de semana que su país estaba dispuesto a acoger enfermos en cuidados intensivos y, en la vecina España, la región fronteriza de Extremadura también expresó el martes su voluntad de ayudar.
Sin contar a los microestados, Portugal es desde hace varios días el país del mundo más golpeado por la epidemia del coronavirus en un período de dos semanas, tanto por número decesos como por nuevos casos de contagio.
‘Una presión enorme’
Su primer ministro reconoció que los hospitales estaban sometidos a una “presión enorme”. El balance desde el inicio de la pandemia se elevaba el lunes por la noche a casi 13.000 muertos, entre ellos 5.500 en enero.
En el hospital Santa Maria de Lisboa, uno de los dos más grandes del país, 333 pacientes eran atendidos el martes para un total de 350 camas reservadas a los enfermos de covid-19, según una fuente hospitalaria. Pero solo había seis plazas libres en cuidados intensivos.
Otro hospital, que atiende a los municipios cercanos de Amadora y Sintra, seguía en una situación “muy compleja” tras vivir días caóticos por la falta de presión en su muy solicitada red de distribución de oxígeno, según otra fuente hospitalaria.
Durante un incidente ocurrido el martes, el hospital había alcanzado un récord de 363 pacientes de covid atendidos simultáneamente, es decir el triple de la capacidad máxima prevista en su plan de contingencia.
A unos 150 se les tuvo que administrar oxígeno con tanques portátiles y más de 100 fueron trasladados a otros hospitales, agravando por ejemplo la congestión en las urgencias del Santa Maria.
Signos positivos
En total, el país contaba el lunes con 6.869 enfermos hospitalizados, entre ellos 856 en cuidados intensivos.
Portugal, que salió bien parado de la primera ola de la pandemia, tuvo más dificultades para contener la segunda ola, limitándose a confinamientos parciales.
LEA MÁS: Presidente de Portugal da positivo a prueba de covid-19
Sin embargo, tras relajar las restricciones por Navidad y la llegada de la variante británica, más contagiosa, hubo una explosión de nuevos casos y el gobierno decidió imponer un segundo confinamiento general a mediados de enero, cerrando las escuelas una semana después.
“El confinamiento estricto debería haber empezado antes de Navidad, como hicieron otros países”, asegura a la AFP el virólogo, Pedro Simas, del Instituto de Medicina Molecular de Lisboa.
A su juicio, la tercera ola del virus impactó en Portugal después que la segunda dejara un nivel de contagios todavía muy elevado.
“Portugal es ahora el peor país del mundo, pero vemos signos positivos”, precisó el especialista, en referencia a la estabilización, con una tendencia a la baja, del número de casos diarios.
Según otros expertos citados el martes por el diario Público, algunas regiones habrían alcanzado ya el pico de contagios diarios y la región de Lisboa debería hacerlo en los próximos días.