Washington. A la defensiva y señalado por provocar la llegada de miles de migrantes, el gobierno de Joe Biden se empleó el domingo, en todos los frentes, para tratar de tranquilizar sobre su capacidad para manejar la primera gran crisis de su presidencia.
El mandatario de Estados Unidos fue elegido especialmente por su promesa de cerrar el complicado capítulo de la pandemia y de la crisis económica que ha generado.
Pero apenas dos meses después de su llegada a la Casa Blanca, a Biden le acusan los republicanos, y también algunos demócratas, de haber creado un efecto llamada en la frontera con México, que ha derivado en una crisis migratoria a la que el Gobierno no quiere llamar por su nombre.
"Estamos expulsando a familias, estamos expulsando a adultos solos", afirmó el domingo el jefe del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Alejandro Mayorkas, quien se ha multiplicado para repetir este mensaje en cuatro cadenas estadounidenses. "La frontera está cerrada", insistió.
DHS Secretary Alejandro Mayorkas addresses the surge of migrants at the border: "When I say it takes time, I mean it. Because we are dealing with a dismantled system." https://t.co/COj3g4MhLm pic.twitter.com/cMAE5SO8hp
— This Week (@ThisWeekABC) March 21, 2021
En su condición de primer latino a cargo de la política migratoria estadounidense, Mayorkas reconoció a mitad de marzo que se preveía la llegada de un flujo histórico de migrantes, el más importante en 20 años, a la frontera entre México y Estados Unidos.
El dirigente está en el centro de las críticas por su mensaje a los migrantes de Centroamérica, de que “no es el momento” de ir a Estados Unidos, ya que la nueva administración está reconstruyendo el sistema migratorio “desmantelado” por el expresidente Donald Trump.
“Es muy irresponsable”, valoró el domingo el diputado republicano de Texas Michael McCaul en la cadena ABC. El congresista afirmó que las declaraciones de Mayorkas habían dado la impresión a los migrantes de que eran bienvenidos. “Crearon una crisis”, añadió.
Legisladores demócratas de este estado fronterizo también lamentaron el mensaje del Gobierno.
Varios migrantes preguntados por la AFP a su llegada a Estados Unidos contestaron que, en parte, viajaron por la promesa de Biden de implementar una política más “humana”.
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La administración demócrata intenta rectificar ahora su mensaje y evita hablar de una "crisis" refiriéndose únicamente a "problemas en la frontera".
“Puedo decir claramente: no vengan”, lanzó el martes el presidente a quienes estén pensando en emprender el viaje.
Centenares de niños hacinados
Además de la llegada de migrantes, la suerte de los menores solos ocupa el centro de la polémica.
Biden se comprometió a terminar con “una vergüenza moral y nacional” heredada de su predecesor, refiriéndose a la separación de miles de familias de migrantes, de las que centenares no han logrado reunirse todavía.
Pero, a pesar de que los niños ya no se separan de sus padres, Estados Unidos enfrenta la llegada de una cantidad importante de menores solos, y no logran explicar cómo pretenden ocuparse de ellos.
“Tomamos la decisión de no expulsar a niños pequeños vulnerables”, reafirmó el domingo Mayorkas en CNN.
El responsable no desmintió la cantidad de 5.200 niños actualmente retenidos en los centros destinados a los adultos en la fronteras, muy por encima del pico registrado bajo la presidencia de Trump. Más de 600 permanecen allí desde hace más de diez días, pese a que la ley solo autoriza su tránsito durante tres días como máximo.
El senador demócrata Chris Murphy contó el viernes, tras su visita a uno de estos controvertidos centros, que "centenares de niños" estaban "hacinados en grandes estancias abiertas".
"Tuve que aguantarme las lágrimas cuando una niña de 13 años se puso a llorar desconsoladamente", "contando hasta qué punto estaba asustada, tras ser separada de su abuela y sin sus padres", que se encontraban en Estados Unidos, tuiteó.
Just left the border processing facility. 100s of kids packed into big open rooms. In a corner, I fought back tears as a 13 yr old girl sobbbed uncontrollably explaining thru a translator how terrified she was, having been separated from her grandmother and without her parents.
— Chris Murphy (@ChrisMurphyCT) March 19, 2021
“Trabajamos noche y día para desplazar a estos niños de estos centros en la frontera hacia refugios gestionados por el Departamento de Salud”, aseguró Mayorkas, quien insistió en que heredaron un sistema “devastado” por la administración Trump.
“Pusimos en marcha tres nuevos centros la semana pasada (...) estamos ejecutando nuestro plan, eso toma tiempo, es difícil”, reconoció, sin dar más precisiones sobre ese “plan”. Tampoco se comprometió con un calendario.
Tanto en la cadena conservadora Fox News, como en CNN —más cercana a los demócratas—, el secretario fue cuestionado por la falta de acceso de la prensa a los centros fronterizos donde se encuentran estos niños.
“En la presidencia de Trump, los periodistas estaban autorizados a entrar en estos centros”, le reprochó la periodista Dana Bash, en CNN. Mayorkas aludió a la pandemia para justificar las restricciones.