El poderoso huracán Ida azotó el estado sureño de Luisiana y sumió a Nueva Orleáns en la oscuridad el domingo, dejando al menos una persona muerta 16 años después de que el huracán Katrina devastó la ciudad.
Ida irrumpió por la tarde en las costas de Luisiana como huracán categoría 4 pero la noche del domingo se había degrado a categoría 1.
Hacia las 23H00 locales (04H00 GMT del lunes) se desplazaba con vientos sostenidos de 153 kilómetros por hora y dejó sin electricidad a toda Nueva Orleans.
"@EntergyNOLA ha confirmado que Nueva Orleáns no tiene electricidad", tuiteó el programa de emergenciass NOLA Ready, en referencia al proveedor de electricidad de la ciudad.
"La única electricidad de la ciudad proviene de generadores", añadió.
Casi un millón de clientes de Luisiana estaban sin servicio; según PowerOutage.US que registra los apagones.
Una persona murió por la caída de un árbol en la localidad de Prairieville, al noroeste de Nueva Orleans, dijeron autoridades locales.
Ida fue precedida por fuertes y lluvias desde las primeras horas del domingo. Nueva Orleans se convirtió en una ciudad ventanas tapiadas y casas rodeadas de bolsas de arena a la espera de este huracán que ha sido catalogado como "extremadamente peligroso".
El Centro Nacional de Huracanes (NHC en inglés) dijo que Ida creó una "situación de peligro de muerte" y urgió a "tomar todas las medidas necesarias para proteger su vida y propiedades".
El presidente Joe Biden consideró a Ida "una tormenta que amenaza las vidas" y que "sigue devastando todo aquello con lo que hace contacto".
El gobernador John Bel Edwards dijo que Ida podría ser la mayor tormenta en golpear Luisiana desde la década de 1850.
"No cabe duda de que los próximos días y semanas serán extremadamente difíciles", dijo el domingo, añadiendo que algunas personas deberán permanecer refugiadas hasta por 72 horas.
"Encuentre el lugar más seguro de su casa y quédese allí hasta que pase la tormenta", tuiteó más temprano.
La localidad de Grand Isle, en una isla barrera ubicada al sur de Nueva Orleans, ya estaba inundada por el aumento del nivel de las aguas, reportó CNN.
La mayoría de los habitantes escucharon las advertencias de las autoridades sobre daños catastróficos y huyeron de la zona días antes de la llegada de la tempestad, saturando las salidas de Nueva Orleans y otras ciudades.
En un vecindario del este de la urbe, a primera hora del domingo algunos residentes realizaron ajustes de último minuto.
"No estoy seguro de estar preparado", dijo Charles Fields, quien en ese momento aún llevaba al interior de su casa sus muebles de jardín, "pero tendremos que enfrentarlo".
El huracán Katrina inundó la casa de este hombre de 60 años en unos 3,3 metros en 2005. "Veamos cómo aguanta" esta vez, dijo.
El gobernador Edwards advirtió que Ida será "una importante prueba" para el sistema de prevención de inundaciones del estado que fue expandido tras el devastador paso de Katrina.
Y explicó a CNN que se estima que cientos de miles de residentes evacuaron sus casas.
La tormenta "trae varias dificultades retadoras para nosotros, con los hospitales tan llenos de pacientes de , dijo también.
El estado sureño, con una baja tasa de vacunación, ha estado entre los más golpeados por el coronavirus. Con 2.700 hospitalizaciones al sábado, los niveles están cerca de los más altos de la pandemia.
Este domingo se cumplió el decimosexto aniversario de Katrina, el devastador huracán que inundó el 80% de Nueva Orleans, dejando 1.800 muertos y miles de millones de dólares en daños.
"Es muy doloroso pensar que otro poderoso huracán como Ida toque tierra en este aniversario", dijo Edwards.
Lluvias de entre 25 y 46 cm son esperadas en el sur de Luisiana hasta el lunes, e incluso de un poco más en algunas zonas.
Se espera que la tormenta se siga debilitando mientras avanza tierra adentro y se dirija al norte de Estados Unidos desde el centro del país, antes de virar hacia el este, alcanzando la región del Atlántico medio el miércoles.
La Casa Blanca dijo el domingo que agencias federales han desplegado más de 2.000 trabajadores de emergencia en la región - incluidos 13 equipos urbanos de búsqueda y rescate - junto a suministros de comida y agua, así como generadores eléctricos.
Autoridades locales, la Cruz Roja y otras organizaciones han preparado docenas de refugios para al menos 16.000 personas, añadió la Casa Blanca.
Los planes para hacer frente al huracán y para activar los refugios se han visto complicados por el covid-19.
Biden, quien declaró el estado de emergencia en Luisiana, urgió el sábado a que cualquier persona que esté en los refugios porte mascarilla y mantenga la distancia de seguridad.
Los científicos han advertido sobre un aumento en la cantidad de ciclones fuertes a medida que la superficie del océano se calienta debido al cambio climático, lo que representa una amenaza cada vez mayor para las comunidades costeras del mundo.
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