Estocolmo. El líder de los conservadores suecos se prepara el jueves para la delicada tarea de formar un gobierno con el apoyo de la extrema derecha, tras la victoria de su bloque en las elecciones legislativas.
La votación se caracterizó por el nuevo avance del Partido Demócrata de Suecia contra la Inmigración (SD), dirigido por Jimmie Åkesson, que se convirtió en el segundo partido del país nórdico y en el primer partido de la derecha con 20,5% de los votos.
LEA MÁS: Elecciones en Suecia: derecha y extrema derecha logran mayoría frente a la izquierda
La primera ministra, Magdalena Andersson, presentó hoy su dimisión al presidente de la Cámara, según un periodista de AFP.
Tradicionalmente, el cargo de primer ministro corresponde al principal partido mayoritario en Suecia, pero sólo el líder del Partido Conservador Moderado, Ulf Kristersson, está en condiciones de contar con el apoyo de todos los partidos del nuevo bloque de derecha y de extrema derecha.
A los 58 años, este defensor del acercamiento inédito con los SD, recibirá oficialmente la semana próxima la orden de cimentar una mayoría. “Estoy empezando a trabajar para formar un nuevo gobierno eficaz”, expresó Kristersson el miércoles por la noche en respuesta a este éxito sin precedentes, que desplazó a la izquierda al mando durante ocho años.
“¡Ahora pondremos orden en Suecia!” prometió, al final de una campaña dominada por los precios de la energía y los ajustes de cuentas entre bandas, que oscurecen continuamente la actualidad sueca.
Su desafío consiste en encontrar un acuerdo que reúna a cuatro partidos que van del centro-derecha a la derecha nacionalista, donde existen líneas divergentes sobre numerosos expedientes (subsidios de desempleo, derecho de asilo, política penal...).
Los SD muestran su ambición de entrar en el gobierno, pero los otros tres partidos de derecha tradicional (Moderados, Demócrata-Cristianos, Liberales) se oponen a ello, muy especialmente el Partido Liberal.
Según los analistas, las negociaciones deberían durar varios días o incluso semanas. El escenario más probable es que los Moderados y los Demócrata-Cristianos, incluso los Liberales, formen un gobierno, y que SD se limite a formar parte más o menos formalmente de la mayoría en el Parlamento.
Mucha gente esperaba un cambio
Creado en 1988 y heredero de un grupo neonazi, el partido de extrema derecha se abrió espacio en el panorama político sueco, ingresando al Parlamento en el 2010 con 5,7% de los votos y creciendo en cada elección sobre un trasfondo de fuerte inmigración y problemas de pandillas.
Algunos muestran recelos. “La alternancia me va bien. Solo estoy inquieto que los partidos de derecha estén más abiertos a colaborar con el SD y cómo esto pesará en la política”, comentó Ninnie Tägtström, una estudiante en Estocolmo.
Pero para Alex Lundström, un psicólogo de la capital, “hay muchas grandes cuestiones en nuestra sociedad que no se han tenido en cuenta correctamente y pienso que mucha gente esperaba un cambio”. “Incluso si este cambio implica bascular hacia la derecha y la extrema derecha de Demócratas de Suecia”, añadió.
LEA MÁS: Leve ventaja de la izquierda y progreso de la ultraderecha en elecciones de Suecia, según sondeos
La líder del Partido del Centro, Annie Lööf, dimitió el jueves después de su decepcionante resultado (6,7%). Hostil al acercamiento que se anunciaba con los SD, cambió su partido en el 2018 del bloque de la derecha al del equipo saliente.
Está claro que la campaña estuvo dominada por temas favorables a la derecha: la criminalidad y ajustes de cuentas mortales entre bandas de origen inmigrante, la integración y el encarecimiento de la electricidad.
“Es una triste señal de nuestro tiempo que se puedan aprovechar del miedo de la gente”, lamentó Larry Nilsson, un jubilado de Malmö (sur). “Solo 1 o 2% de la población lo sufre (la violencia criminal), la mayor parte lleva una vida muy segura, ¿cómo se puede ganar una elección con eso?”, preguntó.
Con 176 escaños el bloque de derecha aventaja por tres diputados al de izquierda (173), según los resultados finales publicados el jueves. El SD tendrá 73 diputados, 11 más que en el 2018. Los Moderados tendrán 68 (-2), los democristianos 19 (-3) y los liberales 16 (-4).
En la izquierda, los socialdemócratas subieron a 107 escaños (+7) mientras los partidos Izquierda y Centro tendrán 24 escaños y los verdes 18.