A cinco años de la retirada de Usain Bolt, el atletismo sueña con encontrar un nuevo rey de la velocidad en el Mundial que inicia el viernes en Eugene (Estados Unidos), con aspirantes como el campeón olímpico Lamont Marcell Jacobs y jóvenes prodigio como Erriyon Knighton.
Cuatro corredores se han repartido los grandes triunfos en los 100 y 200 metros masculinos desde que Bolt se despidiera de las pistas con los ocho oros olímpicos que acumuló de forma insaciable desde Pekín-2008.
En el pasado Mundial de Doha-2019 se impusieron los estadounidenses Christian Coleman (100m) y Noah Lyles (200m) y en los Juegos de Tokio del año pasado lo hicieron el italiano Jacobs (100m) y el canadiense André de Grasse (200m).
Todos ellos están alistados para la batalla de Eugene (15-24 de julio) junto a otras figuras que quieren brillar ante su público, como Fred Kerley y Trayvon Bromell, los hombres más rápidos del año en los 100m (9.76 y 9,81), y la gran promesa Erriyon Knighton, que ostenta esa condición en los 200m (19.49) a sus apenas 18 años.
De todos los favoritos es precisamente Jacobs, el inesperado ganador del oro en Tokio-2020 (9.80), quien llega rodeado de dudas debido a los problemas físicos que apenas le han permitido competir este año.
Jacobs, hijo de madre italiana y padre estadounidense, se proclamó campeón mundial en sala de los 60m en Belgrado a mediados de marzo pero no ha podido correr en ninguna prueba internacional de 100m.
A finales de junio se retiró antes de la reunión de Liga de Diamante de Estocolmo por unas molestias en el glúteo, que se suman a otra lesión en un muslo en las últimas semanas.
Jacobs, de 27 años, se quedó sin el rodaje deseado a solo dos semanas de enfrentarse a rivales como Fred Kerley, plata en Tokio, que viene de deslumbrar en el campeonato estadounidense de junio con un tiempo de 9.76 en semifinales.
Kerley, también de 27 años, sacó además boleto para pelear por el doblete 100-200m en la pista del Hayward Field de Eugene.
Aunque Jacobs y Kerley atraigan buena parte de los focos, el velocista que defenderá el título de los 100m es el controvertido Christian Coleman.
El atleta de Atlanta (Georgia) tampoco parece llegar en su mejor versión con solo dos meses de competición en los 100m después de cumplir la suspensión que lo apartó de Tokio-2020.
Coleman, de 26 años, fue sancionado 18 meses por infringir sus obligaciones de localización para controles antidopaje.
En los campeonatos estadounidenses de junio, Coleman logró el cuarto mejor tiempo de las semifinales (9.87) y, con el billete a Eugene asegurado por ser el vigente campeón, eludió disputar la final.
En los 200m será el estadounidense Noah Lyles, de 24 años, quien ponga en juego su título mundial frente a feroces rivales como De Grasse.
El canadiense se cobró la derrota ante Lyles en Doha-2019, donde fue plata, al conquistar el oro de Tokio-2020, donde el estadounidense fue tercero.
El control de esta prueba por Lyles y De Grasse puede verse gravemente amenazado ante la emergencia de Erriyon Knighton, el último atleta en ser calificado como el 'nuevo Bolt'.
Etiquetas aparte, Knighton viene causando sensación en los dos últimos años con una serie de resultados comparables, a su edad, con el mito jamaicano.
El 30 de abril, la joya nacida en Tampa (Florida) paró el reloj en 19.49, haciéndose con el récord mundial sub-20 que hasta entonces poseía Bolt con 19.93.
Knighton, que meses antes había sido cuarto en Tokio-2020, se erigió con esa marca en el cuarto velocista más rápido de la historia en la disciplina, solo superado por Bolt, el también jamaicano Yohan Blake y el estadounidense Michael Johnson.
Después de que Lyles le batiera por dos centésimas en el campeonato estadounidense, el joven prodigio ansía alcanzar en Eugene el gran triunfo que lo convierta de promesa a realidad.
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