El papa Francisco reconoció este jueves que estaba siguiendo "con mucha preocupación" el conflicto en la región de Tigré, en Etiopía, que ha registrado un resurgimiento de la violencia en los últimos días.
"Estoy preocupado por la situación que ha surgido con el conflicto en la región de Tigré, en Etiopía, que sabemos también involucra a la vecina Eritrea", comentó el pontífice tras recibir a miembros la organización Roaco para la ayuda a ese región.
"Las diferencias entre etnias y las luchas por el poder se configuran como un sistema", criticó el líder de la iglesia católica al pedir mayor fraternidad.
El ejército etíope llevó a cabo el martes un ataque aéreo a la aldea de Togoga, en la región de Tigré, el cual fue condenado por la comunidad internacional.
Según testigos y médicos muchas víctimas civiles se encontraban en el mercado local de la aldea.
El papa Francisco reiteró también su sueño de paz para Israel y Palestina y lamentó que "con demasiada frecuencia, inclusive recientemente, sobre nuestros cielos se transportan las municiones que siembran destrucción, muerte y miedo".
El papa argentino recibirá a los jefes de las comunidades cristianas del Líbano el 1 de julio en el Vaticano para reflexionar y orar por "la paz y la estabilidad" en ese país.
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