Bogotá. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, expresó este miércoles su respaldo a los diálogos de paz entre Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que están en proceso de reactivación tras casi 4 años suspendidos.
Durante una visita oficial a Bogotá, Sánchez ofreció “el apoyo inequívoco y rotundo de España a los esfuerzos para construir la paz en Colombia”. “A partir de ahí tienen que ser las partes las que decidan qué papel deben jugar cada uno de los países, pero nosotros desde luego mostramos esa disposición”, dijo el jefe de Gobierno al término de una declaración conjunta con su homólogo colombiano, Gustavo Petro.
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Petro, quien respondió que “le encantaría” que España fuera uno de los garantes del diálogo, aseguró que llevará la oferta de apoyo de Sánchez al ELN, que junto a su Gobierno ya manifestaron desde La Habana su intención de instalar una nueva mesa de negociación.
“Ya veremos la respuesta de la contraparte, que hasta ahora está en sus propias consultas”, agregó el primer izquierdista en llegar al poder en Colombia.
La delegación negociadora del ELN en Cuba “lleva 4 años sin comunicación” con los militantes de la organización en Colombia, lo que, según Petro, ha demorado el reinicio de las conversaciones. “Lo que hemos hecho es precisamente permitir la comunicación para que (...) entremos a un proceso de negociación”, indicó el mandatario.
De otro lado Sánchez, quien inició en Bogotá una gira por Latinoamérica que también lo llevará a Ecuador y Honduras, expresó su intención de celebrar “en el segundo semestre del próximo año una cumbre entre la Unión Europea y América Latina”. “No se celebra desde 2015, no está justificado”, enfatizó.
El expresidente Juan Manuel Santos, que negoció en La Habana la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), también inició en el 2017 diálogos con ELN para terminar con un levantamiento armado de casi seis décadas.
Sin embargo, su sucesor Iván Duque los sepultó dos años después tras un atentado contra una escuela de la policía que dejó 22 muertos, además del agresor.
Aunque el pacto de paz que desmovilizó a las FARC en el 2017 alivió la violencia política, Colombia vive un agudo rebrote de violencia por cuenta de grupos armados que se lucran con el narcotráfico y la minería ilegal.