Los problemas en el suministro de las vacunas en Europa centran este jueves una cumbre del bloque, dentro de un contexto mundial de retrasos en la entrega de los fármacos que afectará especialmente a los países más desfavorecidos.
En Estados Unidos, el presidente, Joe Biden, que en la noche debe participar por videoconferencia en la cumbre de la UE, duplicó su objetivo inicial de vacunaciones y lo llevó a 200 millones de inoculaciones durante sus primeros cien días de mandato.
"Hoy estoy fijando el segundo objetivo, y esto es, para mi centésimo día en el cargo haber aplicado 200 millones de dosis en los brazos de la gente", prometió.
Por su parte, los dirigentes de los 27 países de la Unión Europea (UE) debían abordar en un encuentro virtual soluciones a la lentitud de las campañas de vacunación, en momentos en que varios países del bloque vuelven a adoptar medidas de restricción ante la tercera ola de la pandemia.
La Comisión Europea endureció el miércoles su sistema de control a las exportaciones de vacunas producidas en su territorio hacia países externos, una decisión que provocó una irritada reacción del Reino Unido, principal receptor de estos fármacos producidos en la UE y exportados por los propios laboratorios.
El inmunizante del laboratorio anglosueco AstraZeneca, que junto al de Pfizer/BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson tiene la autorización europea, está en el centro de la polémica por sus retrasos y los temores que suscitó al detectarse que personas vacunadas desarrollaron coágulos sanguíneos poco comunes.
A raíz de estas dudas, la semana pasada varios países europeos suspendieron temporalmente su aplicación, antes de volver a reanudarla tras las recomendaciones del regulador europeo y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero hay algunos países que siguen examinando la situación, como Dinamarca, que este jueves decidió prolongar tres semanas la medida, alegando que necesita "más tiempo" para descartar que el inmunizante esté relacionado con el riesgo de trombos.
El covid-19 sigue sin dar tregua en Europa y en Francia, ante la situación "crítica" de los hospitales, el gobierno anunció que ampliará el confinamiento parcial que rige en parte del país, incluyendo París, a otros tres departamentos, donde cerrarán comercios considerados "no esenciales" y cuyos habitantes quedarán sometidos a restricciones de movilidad.
Pero la situación todavía es más grave en los países con pocos recursos, que confían en el programa internacional Covax para recibir las esperadas vacunas.
Sin embargo, este suministro se demorará debido a la falta de licencia de exportación de India, uno de los mayores fabricantes de vacunas del mundo, indicó el jueves la Alianza de Vacunas Gavi, que codirige este dispositivo.
Los envíos "se retrasarán por no haber obtenido licencias de exportación para dosis adicionales de vacunas (...) fabricadas por el Serum Institute de India, que tenían que haber sido enviadas en marzo y abril", informó a la AFP el organismo.
El sistema internacional Covax quiere distribuir este año dosis a 20% de la población de casi 200 países y territorios, e incluye un mecanismo de financiación para ayudar a 92 países desfavorecidos.
La pandemia ya se ha cobrado más de 2,7 millones de vidas en el mundo y ha contagiado a más de 124,8 millones de personas, según un recuento de la AFP de este jueves.
Actualmente, el virus se está cebando con Brasil, segundo país más enlutado por la enfermedad y que ya superó los 300.000 fallecidos.
La presión llevó al presidente Jair Bolsonaro, escéptico ante los daños que provoca el virus y un obstinado opositor del confinamiento, a formar un comité de crisis "para decidir el rumbo del combate" de la pandemia.
El gigante sudamericano, de 212 millones de habitantes, se ha convertido en una fuente de preocupación mundial, debido a la falta de coordinación de sus políticas sanitarias y al surgimiento de una variante local del virus, denominada P1, considerada mucho más contagiosa.
Y esta situación crítica ya se está haciendo notar más allá de sus fronteras.
Casi 24 millones de los 600 millones de personas que viven en América Latina y el Caribe han contraído el covid y más de 753.000 han muerto, según el recuento de AFP.
Varios países, entre ellos Uruguay, Venezuela y Perú, han atribuido oficialmente la fuerte escalada de contagios a la ferocidad de la cepa P1.
En Chile, los contagios de covid-19 aumentaron un 36% en las últimas dos semanas y el gobierno decidió confinar a partir de este jueves a más del 80% de los 19 millones de habitantes que tiene el país.
"Es importante que la población entienda que estamos viviendo una situación preocupante", dijo el ministro de Salud, Enrique Paris, en rueda de prensa este jueves, al comenzar un confinamiento de 38 de las 52 comunas de Santiago.
El país es líder en América Latian en el proceso de vacuanción, y más de 6 millones de habitantes recibieron al menos la primera dosis del inmunizante, pero esto no impidió que el Ejecutivo ordenara nuevas medidas.
Así, los viajeros procedentes de Brasil tendrán que cumplir una cuarentena de 3 días en un hotel sanitario y de 7 en su residencia, y todo el que llegue a Chile desde el extranjero a partir del 31 de marzo deberá alojarse cinco días en un hotel sanitario (a su cargo).
La buena noticia de estos días llega de Cuba, donde se empezó a probar en 150.000 trabajadores de salud la vacuna contra el coronavirus producida en la isla, que es la primera concebida y desarrollada en América Latina.
El objetivo de este estudio es probar el fármaco a gran escala, incluso antes de su aprobación, entre médicos, enfermeras, técnicos y hasta los trabajadores de mantenimiento de los centros de salud.