La leyenda italiana de la natación Federica Pellegrini, de 32 años, se retira de la competición "en paz" tras haber vivido su quinta final olímpica consecutiva en 200 metros en Tokio, una serie única en la historia.
"Me marcho en paz tras haber vivido tantos momentos increíbles. Fue un buen viaje que me gustó de principio a fin", declaró este miércoles tras su última carrera en esa prueba de la "Divina", medallista de plata en la distancia en los Juegos de Atenas-2004 y campeona olímpica cuatro años más tarde en Pekín.
Aplaudida a su llegada a la piscina, muy rodeada a su salida, la italiana terminó séptima (1:55.91) este miércoles, lejos de la campeona australiana Ariarne Titmus, y no cerrará su florido recorrido olímpico con una última medalla.
"Cuando toqué la pared, me dije simplemente que todo había terminado. Acepté que la primera parte de mi vida iba a pararse", dijo, excluyendo un regreso a la competición tras su última aparición esperada en 100 metros, que no es su mejor distancia.
"Mi decisión es definitiva. Voy a cumplir 33 años y pienso que es el momento adecuado. Y terminar con una final olímpica es ideal", añadió "Fede", primera nadadora en disputar cinco finales sobre la misma distancia tras haberlo hecho en 2004 (plata), 2008 (oro), 2012 (quinta) y 2016 (cuarta).
"Estoy muy feliz. De hecho, es la final más tranquila que he nadado. Esta mañana, al levantarme, estaba verdaderamente serena. Estoy feliz de mi recorrido y de terminar de esta manera", contó.
"Hemos trabajado de tal manera estos últimos meses que no puedo tener nada que lamentar. Sé que no lo podía hacer mejor. Es por ello que no quiero llorar", explicó.
Pellegrini afirmó estar "orgullosa de haber sido la capitana de este equipo estos últimos meses", prediciendo que el futuro de la natación italiana, que lleva tres podios en Tokio, "será bello estos próximos años".
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