El Fondo Monetario Internacional (FMI) urgió el martes a El Salvador a retirar el bitcóin como moneda de curso legal, señalando "grandes riesgos asociados" al uso de la criptomoneda, un revés para el presidente Nayib Bukele, su entusiasta promotor.
El directorio ejecutivo de la institución exhortó al gobierno salvadoreño a dejar de usar oficialmente el bitcóin, que adoptó en septiembre pasado, citando peligros para "la estabilidad financiera, la integridad financiera y la protección del consumidor, así como posibles contingencias fiscales".
Los directores "instaron a las autoridades a limitar el alcance de la ley bitcóin eliminando su calidad de moneda de curso legal", indicó el FMI en un comunicado.
"Algunos directores también manifestaron su preocupación sobre los riesgos asociados a la emisión de bonos respaldados por bitcóin", agregó el texto, emitido luego de que el directorio ejecutivo del FMI concluyera la revisión periódica de las finanzas del país, conocida como Artículo IV.
El Salvador se convirtió el 7 de septiembre de 2021 en el primer país del mundo en usar oficialmente el bitcóin, legalizando su utilización en todas las transacciones a la par del dólar estadounidense, la moneda oficial desde hace dos décadas.
Antes de que el directorio ejecutivo del FMI --compuesto por representantes de todos los países miembros, incluido Estados Unidos, su principal accionista--, pidiera que el bitcóin dejara de ser moneda oficial, el personal técnico del Fondo había advertido contra el uso de esta criptomoneda dada su "alta volatilidad".
"El bitcóin no debería ser adoptado como moneda de curso legal", dijeron los funcionarios en noviembre, al culminar su misión de evaluación de la economía salvadoreña.
Entonces, el personal técnico pidió limitar el alcance legal del bitcóin e "implementar inmediatamente una fuerte regulación y supervisión" del nuevo ecosistema de pagos, para la prevención del lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo y la gestión de riesgos.
El martes, el directorio ejecutivo del FMI reconoció que los medios digitales de pago pueden contribuir a la bancarización de El Salvador, pero llamó al gobierno a controlarlos.
"Los directores estuvieron de acuerdo en la importancia de promover la inclusión financiera y reconocieron que los medios digitales de pago, como la billetera electrónica Chivo, pueden tener un rol", señaló el comunicado del Fondo.
"Sin embargo, enfatizaron la necesidad de fortalecer la regulación y la supervisión del nuevo ecosistema", añadió.
La "Chivo Wallet" es una billetera electrónica impulsada por Bukele que los salvadoreños dentro y fuera del país pueden descargar en su teléfono celular para realizar transacciones en bitcóins.
Bukele no reaccionó inmediatamente al planteo del directorio del FMI.
Su ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, se limitó a destacar en Twitter la parte del comunicado del FMI en que se hace hincapié en la importancia de impulsar la inclusión financiera.
"Parece que funciona para dar inclusión financiera, pero no deberías hacerlo. El futuro no espera por nadie, #Bitcoin", escribió Zelaya.
El gobierno de Bukele quiere que el uso del bitcóin contribuya a captar los millones de dólares de comisiones por las remesas que los salvadoreños envían desde el extranjero a través de entidades financieras y que en 2020 representaron el 22% del PIB.
El viernes pasado, el banco central salvadoreño dijo que las remesas familiares recibidas durante 2021 alcanzaron 7.517,1 millones de dólares, con un crecimientro del 26,8% con respecto a 2020, constituyéndose en un "ingreso récord".
La introducción del bitcóin como moneda de curso legal en El Salvador generó cuestionamientos dentro y fuera del país, y provocó encendidas protestas en las calles de la capital.
Pero esto no pareció disuadir a Bukele, quien en noviembre reveló planes de construir la primera "ciudad bitcóin" del mundo en la localidad costera de Conchagua. Allí se encuentra el volcán del mismo nombre, que le aportaría la energía para el minado, el proceso mediante el cual se descubren nuevos bitcoines.
Bukele también anunció entonces la emisión de "bonos bitcóin" por 1.000 millones de dólares.
El bitcóin, creado en 2009 luego de la crisis financiera, se enfrenta a un 2022 incierto después de alcanzar niveles récord en 2021 gracias el apetito de las finanzas tradicionales por este nuevo tipo de inversión.
El martes, el bitcóin cotizaba a unos 37.000 dólares estadounidenses, comparado con el récord de 67.734 alcanzado en noviembre.
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