París. Francia, uno de los países europeos más enlutados por la covid-19, superó este jueves el umbral de los 100.000 decesos, informaron autoridades de salud, cuando se enfrenta una tercera ola que tiene a los hospitales bajo fuerte presión.
Sólo Reino Unido (127.000 muertos) e Italia (115.000) habían superado ya este umbral simbólico en Europa, pero otros países como Bélgica o Portugal tienen una tasa de mortalidad por habitante más alta.
"Pensamos en todas esas familias, en sus allegados, en los niños que han perdido a uno de sus padres, o a su abuelo, en todas esos hermanos de luto, esas amistades perdidas" recordó el presidente Emmanuel Macron mediante un tuit.
"Y si bien toda nuestra energía está dirigida a salir de esta crisis, no olvidaremos ningún rostro, ningún nombre", añadió.
"No hemos alcanzado el pico de hospitalizaciones, lo que significa que tenemos aún por delante días muy difíciles", había recordado el miércoles el portavoz del gobierno francés, Gabriel Attal.
Actualmente cerca de 6.000 pacientes con covid están siendo tratados en unidades de cuidados intensivos (UCI), lo que ha obligado a varios establecimientos a aplazar cirugías no urgentes.
Es la primera vez desde abril de 2020 que se alcanza esta cifra de ocupación de camas UCI.
Debido a este rebrote Francia volvió a decretar a finales de marzo medidas de confinamiento de alcance nacional: la población no pueden salir a la calle pasadas las 7 p. m. (hora local) ni desplazarse, a ninguna hora, a más de 10 kilómetros de sus casas, salvo motivos laborales o médicos.
Las guarderías y las escuelas primarias y secundarias se encuentran cerradas hasta el 26 abril como mínimo, así como los comercios no esenciales.
La situación se degradó tras la propagación de la variante del virus británico. Ahora, esta cepa, que es considerada más contagiosa y mortal, se ha convertido en la versión mayoritaria del virus en Francia.
Según el ministro de Salud, Olivier Véran, la cepa británica ya supone "80% de los contagios".
Para intentar evitar la expansión de otras cepas, principalmente la brasileña, conocida como P1, Francia anunció el martes la suspensión de todos los vuelos con Brasil hasta al menos el 19 de abril.
Aunque sigue siendo minoritaria en Europa, los profesionales de salud alertaban desde hace unos días sobre los riesgos de esta variante, más contagiosa, y que se propagó como la pólvora en el gigante sudamericano.
Paralelamente, el gobierno intenta redoblar los esfuerzos en la vacunación contra el covid para lograr la inmunidad colectiva.
Tras haber comenzado de forma lenta a finales de diciembre, la campaña se ha acelerado en las últimas semanas, pese a los retrasos en las entregas de varios laboratorios y las dudas sobre los efectos secundarios de la vacuna de AstraZeneca y la de Johnson & Johnson.
Según las cifras oficiales, 11,6 millones de personas han recibido al menos una dosis de una de las vacunas disponibles contra la covid-19 en Francia, lo que corresponde al 22,1% de la población adulta, y 4,1 millones han recibido dos dosis.
"Para que una población esté protegida (...) necesita alcanzar entre el 80% y el 85% de vacunados", señaló el virólogo Bruno Lina al diario Le Parisien.
El gobierno se puso como objetivo alcanzar a mediados de mayo los 20 millones de vacunados.
Este contexto sombrío levanta dudas sobre la posibilidad de relajar las restricciones a mediados de mayo, la fecha que Macron fijó para una reapertura progresiva, con controles estrictos, de las terrazas de los restaurantes y cafés, que permanecen cerrados desde finales de octubre.