El Congreso de Honduras aprobó el martes una nueva ley electoral, tras varios meses de pugnas entre partidos y en medio de presión internacional, para garantizar transparencia en las presidenciales de noviembre y evitar una crisis como la de 2017.
En una maratónica sesión virtual, los 128 diputados de la cámara única aprobaron la totalidad de la norma, que garantiza a los partidos estar representados proporcionalmente en las mesas de votación y permite el financiamiento de las agrupaciones de acuerdo a la cantidad de votos obtenidos.
Los opositores Partido Liberal (PL, derecha), Libertad y Refundación (Libre, izquierda) y el recién creado Salvador de Honduras (centro) acusaban al oficialista Partido Nacional (PN, derecha) de obstaculizar la aprobación de la nueva ley.
Argumentaban que la anterior normativa, vigente desde 2004, le permitía al PN controlar los miembros de las mesas electorales, influenciar en los delegados de partidos minoritarios y en el conteo de votos.
"Los cargos de presidente, secretario y escrutador van a ser rotados por los tres partidos de mayor volumen electoral de las últimas elecciones y habrá dos vocales que de manera aleatoria van a integrar la mesa, además tendrán voz y voto", explicó el presidente del Congreso, Mauricio Oliva.
También los partidos recibirán 59 lempiras (2,45 USD) por cada voto ganado, monto conocido como deuda política, que permitirá la subsistencia y el financiamiento estatal solo de las agrupaciones que cuenten con electores.
La OEA, la ONU, la Unión Europea (UE) y Washington urgían a Honduras una nueva ley para evitar otra crisis como la del 2017, cuando hubo denuncias de fraude en la reelección del presidente Juan Orlando Hernández, con protestas que dejaron más de 30 muertos.
En aquella ocasión Hernández se lanzó como candidato a la reelección pese a que la Constitución se lo prohibía, aunque fue habilitado por un tribunal.
La nueva ley electoral fue saludada por Estados Unidos, que tiene en la mira a Hernández, a quien un tribunal de Nueva York ha señalado por presuntos vínculos con narcotraficantes.
"Aplaudimos al Congreso por concretar tan esperada aprobación de las reformas electorales. La implementación de estas reformas es el siguiente paso importante hacia un proceso electoral transparente en noviembre", dijo en Twitter la embajada de Estados Unidos en Honduras.
El presidente Hernández, cuyo hermano ha sido sentenciado por narcotráfico en Estados Unidos, niega los cargos y asegura que son acusaciones falsas de capos de la droga que él ayudó a extraditar.
Para los comicios de noviembre, varios aspirantes a la silla presidencial están señalados por narcotráfico o corrupción.
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