París. Las autoridades iraníes afirmaron este viernes, que la muerte de Mahsa Amini, no fue causada por “golpes”, sino por las secuelas de una enfermedad, tres semanas después del inicio de las manifestaciones desencadenadas por la muerte de la joven durante su detención.
Mahsa Amini, una mujer kurda iraní de 22 años, detenida el 13 de setiembre por la policía de la moralidad en Teherán por no respetar el estricto código de vestimenta para las mujeres en Irán, murió tres días después en el hospital.
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Los activistas afirman que sufrió una herida en la cabeza durante su detención. Las autoridades iraníes niegan todo contacto físico entre la policía y la joven y esperaban los resultados de la investigación. Su muerte desencadenó protestas en el país y movimientos solidarios en todo el mundo.
Las manifestaciones, las más importantes en Irán desde las del 2019 contra el aumento del precio de la gasolina, fueron reprimidas con sangre.
Al menos 92 personas murieron desde el 16 de setiembre, según un último balance de la Organización No Gubernamental (ONG) Iran Human Rights con sede en Oslo, mientras que un balance oficial da cuenta de unos 60 muertos, entre ellos 12 miembros de las fuerzas de seguridad.
“La muerte de Mahsa Amini no fue causada por golpes en la cabeza y órganos vitales” sino que está relacionada con “una intervención quirúrgica de un tumor cerebral a la edad de ocho años”, según un informe de la Organización Médico Legal iraní.
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El padre de la joven, Amjad Amini, indicó que su hija estaba “en perfecta salud”. “El 13 de setiembre, (Mahsa Amini) perdió repentinamente el conocimiento y se desplomó. Sufrió un trastorno del ritmo cardíaco y una caída de la tensión arterial”, añadió el informe publicado por la televisión estatal.
“A pesar de su traslado al hospital y de los esfuerzos del personal médico, falleció el 16 de setiembre a causa de una insuficiencia de órganos múltiples, causada por una hipoxia cerebral, de acuerdo con la misma fuente.
Fuentes color rojo sangre
La protesta en Irán toma nuevas formas con fuentes coloreadas en rojo por artistas en referencia a la represión sangrienta de las manifestaciones, denunciada y sancionada por la comunidad internacional. El jueves, Estados Unidos anunció sanciones económicas contra siete altos funcionarios iraníes por su papel en la represión.
El ministro del Interior, Ahmad Vahidi, “instrumento clave del régimen en la represión”, y el de Comunicaciones, Issa Zarépour, “responsable del vergonzoso intento de bloquear internet”, figuran entre las personas sancionadas, informó un comunicado del Departamento del Tesoro.
Estados Unidos ya había anunciado el 22 de setiembre una salva de sanciones contra la policía de la moralidad iraní y varios responsables de la seguridad.
El estricto código de vestimenta de la República Islámica de Irán obliga a las mujeres a llevar el velo islámico y son ellas mismas las que están a la vanguardia de las protestas en Irán, según los videos difundidos en línea.
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En los últimos días, algunas estudiantes organizaron manifestaciones en varias regiones durante las cuales se quitan el velo o gritan consignas hostiles al régimen. En un video verificado por la AFP, unas jóvenes, con la cabeza sin velo, gritan “Muerte al dictador”, en referencia al líder supremo Ali Jamenei, el lunes en una escuela de Karaj, al oeste de Teherán.
El Fiscal General de Irán, Mohamad Jafar Montazeri, reconoció la participación de las jóvenes en las protestas y denunció la influencia de las redes sociales.
El jueves, la justicia iraní negó que una adolescente de 16 años, Sarina Ismailzadeh, fuese abatida en la provincia de Alborz (noroeste) por las fuerzas de seguridad durante las protestas, afirmando que se había “suicidado saltando de un edificio”.
El 30 de setiembre, Amnistía Internacional confirmó que la joven había “muerto después de recibir fuertes golpes en la cabeza” el 23 de setiembre. El miércoles, la justicia iraní rechazó cualquier relación entre la muerte de otra adolescente de 16 años, Nika Shakarami, y las manifestaciones en Irán.
En un video difundido por los medios de comunicación en persa radicados en el extranjero, la madre de Nika acusó a las autoridades de asesinar a su hija.
Desde el inicio de la protesta, el régimen detuvo a conocidos partidarios del movimiento e impuso severas restricciones al acceso a las redes sociales. Irán acusa reiteradamente a fuerzas externas de avivar las protestas, en particular a Estados Unidos, su enemigo jurado.
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