La presidenta del Congreso de Perú, la opositora María del Carmen Alva, pidió este viernes al nuevo jefe del gabinete ministerial del mandatario Pedro Castillo, Héctor Valer Pinto, cuestionado por presunta violencia doméstica, que renuncie al cargo.
"El Congreso [...] y todas las bancadas le hemos pedido [a Valer] que dé un paso al costado. Parece que hay consenso en eso, pero ojalá que nos escuche", dijo Alva a los reporteros sobre el jefe de gabinete juramentado el martes por el presidente izquierdista peruano.
Abogado y parlamentario de 62 años, Valer quedó en entredicho luego de que varios medios limeños publicaran el jueves que su esposa y su hija universitaria lo denunciaron en 2016 por supuesta violencia familiar.
El político reaccionó negando ser un "maltratador", dijo que nunca fue condenado por violencia familiar y afirmó que seguiría al frente del Consejo de Ministros, salvo que el Congreso le niegue el voto de confianza.
Alva desestimó además un pedido que hizo Valer este viernes para que el Congreso sesione en forma extraordinaria este sábado para decidir si concede o no el voto de confianza, imprescindible para que el nuevo gabinete se mantenga en funciones.
Varios partidos opositores adelantaron que le negarán la confianza, lo que obligaría a Castillo a reorganizar el gabinete.
La Presidencia de Perú informó este viernes que Castillo "brindará un mensaje a la nación en las próximas horas", sin precisar si hablará de la controversia sobre Valer.
Éste es el tercer gabinete que nombra Castillo en sus seis meses en el poder, que se han caracterizado por tropiezos propios y pugnas internas en el gobierno, así como embates de la derecha radical, que intentó en diciembre abrirle un juicio de destitución, que fue desestimado por el Congreso.
Valer admitió el jueves que en el pasado tuvo problemas con su hija universitaria. Dijo que le llamó la atención varias veces como cualquier padre, pero negó haberla golpeado.
Según el diario El Comercio, la esposa y la hija denunciaron que "fueron agredidas por Valer" en su casa en Lima, el 21 de octubre de 2016. En una comisaría la hija declaró que su padre "le propinó bofetadas, puñetes, patadas [...] y jalones de los cabellos".
Una jueza ordenó en febrero de 2017 "medidas de protección" para la esposa porque había "indicadores de maltrato corporal", pero no para la hija, según el diario. Versiones similares publicaron otros periódicos peruanos.
Valer no solo es cuestionado por la oposición, también recibió fuego amigo: el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, también le pidió que dé "un paso al costado".
"Violencia familiar, grave problema que debemos erradicar, afecta a agresores y víctimas, ambos requieren un proceso serio de atención y rehabilitación psicosocial y espiritual", tuiteó Sánchez este viernes.
Además, el jueves el ministerio de la Mujer expresó su rechazo a la violencia familiar "venga de quien venga, sin importar posición política".
Castillo tuvo que reorganizar esta semana su gobierno tras la sorpresiva dimisión de la jefa de gabinete, Mirtha Vásquez, por desacuerdos sobre ascensos en la policía.
El cargo de "presidente del Consejo de Ministros" de Perú, creado en 1856, da mucho poder y prestigio, pero es muy volátil. Desde el año 2000, han sido designados 30, incluido Valer.
En la práctica es el número dos del Ejecutivo, porque el vicepresidente no tiene responsabilidades ni salario en este país mientras el presidente está en funciones, aunque lo sucede si deja el mando anticipadamente.
Así, la vicepresidenta de Castillo, Dina Boluarte, ejerce paralelamente como ministra de Desarrollo Social, lo que implica que en la práctica está subordinada a Valer.
Valer fue elegido al Congreso en 2021 en la lista del partido ultraderechista Renovación Popular, pero fue separado de la formación por exigir que se respetara el resultado del balotaje ganado por Castillo frente a Keiko Fujimori, mientras sus camaradas denunciaban un supuesto "fraude" en la votación.
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