El presidente de Kazajistán intentó el martes calmar la agitación social provocada por el alza de precios del gas, incidentes raros en este país autoritario de Asia Central.
Los manifestantes salieron a la calle durante el fin de semana en la localidad de Zhanaozen, en el corazón de la región occidental de Mangystau -rica en recursos petrolíferos- y el movimiento se extendió a la gran ciudad regional de Aktau, en las orillas del Mar Caspio.
En Twitter, el martes, el presidente Kassym Jomart Tokayev dijo que una comisión gubernamental, incluyendo a miembros de sus servicios, había "comenzado a trabajar" en Aktau.
"La comisión tiene instrucciones de encontrar una solución mutuamente aceptable al problema planteado, en interés de la estabilidad del país", precisó. "Los organismos encargados de hacer cumplir la ley tienen instrucciones de velar por que no se produzcan alteraciones del orden público. Los manifestantes deben mostrar responsabilidad y voluntad de diálogo", añadió.
Las imágenes en las redes sociales muestran a la policía rodeando a los manifestantes en Aktau la noche del lunes.
Por la tarde, las autoridades anunciaron conceder una reducción del precio del GNL fijándolo en 50 tenges (1,13 dólares) el litro en la región.
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