Ginebra. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo este viernes que no hay razón para dejar de usar la vacuna contra la covid-19 del laboratorio británico AstraZeneca, después de que varios países suspendieran su aplicación por temor a la formación de coágulos de sangre.
"AstraZeneca es una vacuna excelente, al igual que las otras vacunas que se están utilizando", dijo la portavoz de la OMS, Margaret Harris, a los periodistas en Ginebra.
"Sí, debemos seguir utilizando la vacuna de AstraZeneca", añadió, subrayando que cualquier preocupación sobre la seguridad debe ser investigada.
Las autoridades sanitarias de Brasil autorizaron precisamente este viernes el uso definitivo de esa vacuna del laboratorio británico, alegando que sus "beneficios superan a los riesgos".
El producto de AstraZeneca ya tenía aprobación en el país sudamericano para uso de emergencia, destinado a grupos prioritarios.
Su inscripción definitiva permitirá ahora utilizarlo de forma generalizada, en un momento en que Brasil, donde el coronavirus ha dejado ya más de 275.000 fallecidos, afronta una virulenta segunda ola de la pandemia.
La decisión brasileña llega después de que Dinamarca, Islandia y Noruega suspendieran su aplicación, invocando el principio de "precaución" después de que algunos pacientes desarrollaran coágulos sanguíneos.
A raíz de esa decisión, Italia y Austria han prohibido el uso de vacunas de lotes específicos de AstraZeneca, y Tailandia y Bulgaria han retrasado el despliegue de las dosis de la compañía británica.
En España, al menos cinco regiones anunciaron la suspensión del uso de las vacunas de AstraZeneca del lote sospechoso prohibido por Austria.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que el jueves afirmó que el riesgo de coágulos no era mayor en los vacunados con AstraZeneca, propuso este viernes agregar alergias graves a la lista de posibles efectos secundarios, tras detectarse casos en Reino Unido.
A pesar de la esperanza de que las vacunas allanen el camino hacia la vuelta a la normalidad, Italia, uno de los países duramente afectados por la pandemia, anunció nuevas y duras restricciones en gran parte del territorio, y el primer ministro, Mario Draghi, advirtió que el país se enfrentaba a "una nueva ola" de infecciones.
Un año después de que se convirtiera en el primer país europeo en enfrentarse a un brote importante, Italia vuelve a luchar contra la rápida propagación del coronavirus, esta vez alimentada por nuevas variantes más contagiosas.
El viernes se ordenó el cierre de escuelas, restaurantes, tiendas y museos en la mayoría de las regiones italianas, incluidas Roma y Milán, a partir de la próxima semana.
La situación en Italia y otros países europeos contrasta con la de Estados Unidos, donde los espectaculares avances en la vacunación dieron al presidente Joe Biden motivos para ser optimista y pensar que sus conciudadanos tendrán "buenas opciones" de celebrar su habitual fiesta del 4 de julio.
Biden ordenó a los estados que levanten progresivamente las restricciones por edad para que todos los estadounidenses adultos sean elegibles para recibir la vacuna antes del 1 de mayo, en lugar de finales de mayo como estaba previsto.
Su gobierno anunció que reclutará a dentistas, veterinarios y estudiantes de la salud para fortalecer su campaña de vacunación, mientras el país se acerca a las 100 millones de dosis inyectadas.
Además, ya prepara los próximos pasos. Los dirigentes de Estados Unidos, Japón, Australia e India se comprometieron a producir 1.000 millones de dosis de vacunas anticovid en este último país para fines de 2022.
La iniciativa producirá especialmente la vacuna estadounidense de Johnson & Johnson, de dosis única, a la que la OMS dio este viernes su homologación de urgencia.
“Cada nuevo instrumento, seguro y eficaz, contra la covid-19 es un paso más hacia el control de la pandemia”, comentó el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La OMS ya homologó la vacuna de Pfizer/BioNTech, así como la de AstraZeneca/Oxford.
Con esta aprobación, la vacuna podrá integrar el programa Covax, fundado por la OMS, la Alianza para las Vacunas (GAVI) y la Coalición para la Innovación en la Preparación ante las Epidemias (CEPI), para distribuir vacunas a los países en vías de desarrollo.
Cuatro países de Latinoamérica ya recibieron dosis a través de Covax, según informó este viernes la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Se trata de Guatemala, El Salvador, Perú y Colombia.
La Unión Europea (UE) también aprobó la vacuna de Johnson & Johnson, que podría acelerar las campañas de inmunización.