La ONU acordó este miércoles lanzar una "histórica" negociación para el primer acuerdo mundial contra la contaminación por plástico, una iniciativa que busca frenar las toneladas de desechos que amenazan la biodiversidad.
La Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ANUE), la instancia internacional más alta sobre este tema reunida en la capital keniana Nairobi, adoptó una moción que crea un "Comité intergubernamental de negociación" encargado de elaborar un texto jurídicamente vinculante para 2024.
"Estamos haciendo historia hoy. Deben sentirse todos orgullosos", dijo a los delegados Espen Barthe Eide, el ministro noruego de Clima y Medio Ambiente y presidente de la ANUE, en medio de una salva de aplausos.
Antes, el responsable noruego había recordado el vínculo entre las crisis del clima y la naturaleza, "ambas tan importantes (...) que no debemos resolver en detrimento de la otra".
El mandato de las negociaciones establece una agenda muy amplia y los negociadores se volcarán, por ejemplo, sobre el "ciclo de vida" completo del plástico, es decir los impactos de su producción, utilización, desecho y reciclaje.
Las discusiones abarcarán también, de manera implícita, medidas de limitación, en momentos en que cada vez más países en el mundo prohibieron las bolsas plásticas de uso único así como otros productos desechables.
El mandato prevé además negociar objetivos mundiales en cifras con medidas que pueden ser vinculantes o voluntarias, mecanismos de control, elaboración de planes de acción nacionales teniendo en cuenta las especificidades de los diferentes países, y un sistema de ayuda para los países pobres.
Concierne todas las formas de contaminación terrestre o marina, incluyendo los microplásticos creados por degradación de los desechos de esos productos fabricados a partir de hidrocarburos fósiles y responsables según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) de cerca de 3,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las negociaciones deben comenzar en el segundo semestre de este año y estarán abiertas a todos los países miembros de la ONU.
Esta decisión "histórica" constituye el mayor avance medioambiental desde el acuerdo de París para combatir el calentamiento global en 2015.
La inclusión en las negociaciones de todas sus preocupaciones vuelve a las oenegés prudentemente optimistas, incluso si subrayan, como muchos observadores y participantes, que será necesario vigilar para que no queden edulcoradas.
El compromiso manifestado por grandes multinacionales, entre ellas algunas que utilizan muchos embalajes plásticos, como Coca-Cola o Unilever, a favor de un tratado que establezca reglas comunes refuerza el optimismo, a pesar de que estas compañías no se han pronunciado por medidas precisas.
El futuro texto debe dar visibilidad a las reglas en materia de embalaje de plástico de grandes multinacionales y evitar distorsiones en la competencia de una industria que mueve miles de millones de dólares, según sus promotores.
De unos 460 millones de toneladas de plásticos producidos durante 2019 a nivel global, menos del 10% se recicla en la actualidad y el 22% se ha abandonado en vertederos improvisados, se quemó al aire libre o se arrojó en plena naturaleza, de acuerdo a las últimas estimaciones de la OCDE.
"Estamos en un momento de cambio histórico, donde las ambiciosas decisiones tomadas hoy pueden impedir a la contaminación plástica contribuir al hundimiento del ecosistema de nuestro planeta", comentó Marco Lambertini, director general de la ONG WWF.
Graham Forbes, responsable del tema en Greenpeace Estados Unidos, saludó un "gran paso en adelante" que "reconoce que el ciclo de vida entero del plástico (...) causa contaminación".
Pero esta ONG promete no bajar la presión "mientras que un tratado se logre y se firme".
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