Bruselas. Los países de la Unión Europea (UE) decidieron este lunes cerrar el espacio aéreo del bloque a aeronaves de Bielorrusia, como castigo por el escándalo internacional provocado ante el aterrizaje forzoso en Minsk de un avión civil en el que viajaba un periodista disidente que luego fue detenido.
Además, los líderes de los 27 países acordaron solicitar a las empresa aéreas europeas que eviten sobrevolar el espacio aéreo bielorruso, aumentando así el aislamiento de ese país.
En la primera jornada de una Cumbre en Bruselas, la UE también exigió la liberación “inmediata” del periodista detenido Román Protasévich.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también criticó a Bielorrusia por el “escandaloso” acto de obligar a un vuelo que iba de Grecia a Lituania a aterrizar en Minsk.
“Este escandaloso incidente y el video que Protasevich parece haber hecho bajo coacción son ataques vergonzosos tanto contra la disidencia política como contra la libertad de prensa”, dijo Biden después de que la televisión bielorrusa transmitiera un video de Protasevich “confesando” los cargos de organizar disturbios masivos y que podrían costarle 15 años de cárcel.
“Saludo la noticia de que la Unión Europea aplique sanciones económicas específicas y otras medidas, y he pedido a mi equipo que desarrolle opciones apropiadas para que los responsables rindan cuentas”, agregó Biden en su declaración.
En medio de las fuertes presiones internacionales, esta antigua república soviética, situada entre Rusia y la UE y dirigida desde 1994 por Alexander Lukashenko, rechazó las críticas y aseguró haber actuado de forma legal, prometiendo una “absoluta transparencia”.
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Bielorrusia recibió el apoyo de su principal aliado, Rusia, cuyo ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, consideró que Minsk había actuado de forma “razonable” al prometer una “transparencia total”.
El vuelo de Ryanair procedente de Atenas y con destino a Vilna, la capital de Lituania, fue forzado a aterrizar el domingo cuando se hallaba en el espacio aéreo bielorruso, por una supuesta amenaza de bomba que resultó ser falsa.
Bielorrusia afirmó incluso este lunes haber recibido una amenaza de “bomba” en este vuelo de Ryanair, firmada por Hamás, según un email atribuido a este movimiento islamista palestino y leído por un responsable del Ministerio bielorruso de Transportes.
Escoltado por un avión de combate bielorruso, el aparato aterrizó en la capital, Minsk, donde Protasévich, de 26 años —quien vivía entre dos Estados de la Unión Europea, Polonia y Lituania—, fue detenido junto con su pareja, Sofia Sapega.
The outrageous and illegal behaviour of the regime in Belarus will have consequences.
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) May 23, 2021
Those responsible for the #Ryanair hijacking must be sanctioned.
Journalist Roman Protasevich must be released immediately.
EUCO will discuss tomorrow action to take.
Minsk aseguró este lunes haber informado a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organismo dependiente de la ONU, y a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), de su “disposición a cooperar en una investigación imparcial”.
Fuerte reacción internacional
El gobierno del Reino Unido ordenó a aviones británicos evitar el espacio aéreo de Bielorrusia. El grupo aeronáutico alemán Lufthansa, la compañía escandinava SAS y la compañía regional Air Baltic, con sede en Letonia, también anunciaron haber adoptado esa medida.
En Bruselas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, manifestó que se trató de un “altamente inaceptable secuestro de un avión de Ryanair por parte de las autoridades de Bielorrusia, y añadió que el mandatario bielorruso Alexander Lukashenko “y su régimen deben entender que habrá severas consecuencias”.
Las explicaciones bielorrusas no convencieron a nadie en Europa. Von der Leyen, calificó el incidente de “indignante e ilegal”, Polonia denunció “un acto de terrorismo de Estado” y Francia pidió una “respuesta fuerte y unida”.
La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, dijo que las explicaciones bielorrusas eran “completamente inverosímiles”.
‘Piratería’
Irlanda, donde está basada la compañía Ryanair, criticó un acto de “piratería” estatal y Alemania.
A su vez la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) exigió una investigación sobre el “grave y peligroso incidente”, mientras que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, lo calificó de “impactante” por poner en peligro “la vida de más de 120 pasajeros, entre ellos ciudadanos estadounidenses”.
Bielorrusia ya había añadido a Protasévich a su lista de “personas implicadas en actividades terroristas”.
En agosto del año pasado, la UE ya adoptó sanciones al gobierno de Lukashenko por la brutal represión de las manifestaciones de la oposición tras su polémica reelección para un sexto mandato.
La activista opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya, quien vive en el exilio en Lituania, afirmó que “es absolutamente obvio que se trata de una operación de los servicios secretos para capturar el avión” y arrestar a Protasévich.