Madrid. Detonante de una importante crisis entre Marruecos y España, el líder de los independentistas saharauis del Frente Polisario, Brahim Ghali, declarará el próximo martes ante la justicia española por dos querellas contra él por “torturas” y “genocidio”.
Su acogida en abril en España, para ser tratado de la covid–19, enfureció a Rabat, un socio clave en el control migratorio, como quedó demostrado al relajar la vigilancia fronteriza en el enclave español de Ceuta, a mediados de mayo, facilitando la entrada de 10.000 migrantes.
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Esto se sabe de la declaración del líder saharaui:
– Brahim Ghali dirige desde 2016 el Frente Polisario y es presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), autoproclamada en 1976. Según el Polisario, tiene 71 años.
– El Polisario promueve la independencia del Sáhara Occidental, una antigua colonia española controlada en su mayor parte por Marruecos.
– El Sáhara Occidental, territorio desértico de 266.000 kilómetros cuadrados al norte de Mauritania, está considerado como “territorio no autónomo” por las Naciones Unidas a falta de una solución definitiva.
– Apoyado por Argelia, el Polisario reclama un referendo de autodeterminación previsto por la Organización de Naciones Unidas (ONU), pero constantemente aplazado desde la firma en 1991 de un alto el fuego entre Rabat y los independentistas saharauis tras 16 años de conflicto.
– Marruecos propone una autonomía bajo su soberanía.
– Después de 30 años de alto el fuego, ambas partes retomaron las hostilidades en noviembre.
– La hospitalización de Ghali en España, por complicaciones vinculadas a la covid–19, según su entorno, se fraguó en secreto. Sin embargo, la revista semanal francesa Jeune Afrique la sacó a la luz, siendo confirmada después por el Polisario y por el gobierno español, que subrayó “las razones estrictamente humanitarias” de su acogida y rechazó dar detalles sobre su estado de salud.
– Según el diario español El País, que citó fuentes diplomáticas, el anciano líder llegó el 18 de abril “en peligro de muerte” en un avión medicalizado de la presidencia argelina y con un “pasaporte diplomático” antes de ser admitido en un hospital de Logroño (norte) con un nombre falso.
De acuerdo con este periódico, la operación fue autorizada “al más alto nivel” como un favor hacia la autoridad argelina, principal proveedora de gas de España, pero enfureció a Rabat, que pidió una “investigación transparente” sobre la acogida de Ghali, acusado de llegar “con documentos falsificados y una identidad robada”.
– El juez que interrogará al dirigente saharaui tuvo que enviar policías a Logroño para comprobar la identidad de Ghali e informarle de su cita.
– Ahora, “fuera de peligro”, según su entorno, Ghali declarará el próximo martes desde el hospital por videoconferencia sobre dos investigaciones.
Una nace de una querella por “torturas”, supuestamente, cometidas en los campos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), de Fadel Breika, disidente del Polisario con nacionalidad española.
La segunda es una denuncia contra Ghali y otros líderes saharauis por “genocidio”, “asesinato”, “terrorismo”, “torturas” o “desapariciones” interpuesta por la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (Asadedh), con sede en España.
– Estimando que no había “indicios claros de su participación” en los delitos descritos por la querella, el juez decidió no tomar medidas cautelares contra Ghali, como la confiscación de su pasaporte, según un documento judicial consultado por la AFP.
– En represalia a la acogida de Brahim Ghali, Rabat relajó los controles en la frontera con el enclave español de Ceuta, provocando la entrada de casi 10.000 migrantes en dos días, según las autoridades locales.
"El verdadero origen de la crisis es la acogida por Madrid bajo una falsa identidad del jefe separatista de las milicias del Polisario", dijo el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita.
El gobierno español denunció un “chantaje” y convocó a la embajadora marroquí en España, seguidamente llamada a consultas por su país, donde se quedará “mientras dure la crisis”, según Bourita.