Un ciudadano sirio presentó una demanda judicial contra la guardia fronteriza de la Unión Europea (UE), por haber sido ilegalmente enviado a Turquía por agentes griegos, informó a AFP la oenegé que lleva su caso.
El proceso fue registrado formalmente el 10 de marzo, de acuerdo con el sitio web del Tribunal de Justicia de la UE.
Alaa Hamoudi exige 500.000 euros (unos 550.000 dólares) de indemnización de la guardia fronteriza de la UE, Frontex, por complicidad con el gesto de los agentes griegos entre el 28 y 29 de abril de 2020.
El grupo legal Front-Lex, que representa a Hamoudi, alegó que el ciudadano sirio llegó a la isla griega de Samos junto con otras 20 personas que buscaban asilo.
Sin embargo, todos esos migrantes fueron instalados en un bote inflable y abandonados en el mar durante 17 horas, en una operación bajo vigilancia de los agentes de Frontex.
El grupo, finalmente, fue desembarcado en Turquía, donde Hamoudi reside actualmente.
Tal gesto constituye una "devolución" o "expulsión", el retorno forzado de personas que buscan asilo, y que es ilegal para la normativa internacional.
Frontex, una agencia que tiene un presupuesto de unos 750 millones de euros este año, auxiliaba a la guardia costera de Grecia en la frontera marítima con Turquía. No obstante, la agencia no respondió a pedidos de comentarios formulados por AFP.
En octubre de 2020, una investigación realizada por el grupo de análisis Bellingcat y la cooperativa periodística Lighthouse Reports, además de varios órganos de prensa, determinó que Frontex había permitido la retorno forzado de personas en busca de asilo en aguas griegas.
La denuncia promovió la apertura de diversas investigaciones en la UE sobre las prácticas de la agencia de control de fronteras.
Un grupo interno de investigación establecido por la propia Frontex concluyó que no había registros del incidente del 28 y 29 de abril, reportado por la denuncia.
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