Más de 40 opositores que purgan penas de hasta 13 años en Nicaragua “pasan hambre” y su salud está en peligro por maltratos y pésimas condiciones carcelarias, dijeron el lunes sus familiares.
"Nuestros familiares (presos) están pasando hambre y corroboramos nuevamente aceleradas pérdidas de peso consistentes con estados de desnutrición, como es el caso de (la activista) Tamara Dávila, quien calculamos pesa ya menos de 100 libras (45kg)", alertaron los familiares, en un comunicado leído en una rueda de prensa virtual por Raity Larios.
Larios es hija del sociólogo opositor Irving Larios, uno de los 46 opositores que fueron detenidos el año pasado y recluidos en su mayoría en las celdas policiales de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) de Managua, conocido como El Chipote.
Los opositores, entre ellos siete exaspirantes a la presidencia, fueron arrestados en medio de la represión que vivió el país previo a las elecciones de noviembre pasado, en la que Ortega, de 76 años, logró un cuarto mandato consecutivo desde 2007.
Los familiares se pronunciaron tras una visita que realizaron a los presos entre el 28 y 30 de abril pasado, en la que afirman observaron un "deterioro generalizado en la salud", que atribuyen a una "política sistemática de torturas dirigida a quebrar sus cuerpos y mentes".
"Los castigos se han vuelto más frecuentes y van desde chantaje emocional, amenazas de trasladarles a celdas más pequeñas y con peores condiciones y entrega discrecional de paquetería" de los alimentos que les llevan sus familiares, privándolos además de "medicamentos, bebidas y hasta papel higiénico", precisaron.
Señalaron que seis opositores están recluidos en pequeñas celdas de castigo de doble reja y que los enfermos no reciben atención médica adecuada.
El gerente general del opositor diario La Prensa, Juan Holmann padece problemas cardiacos. Por su parte, Cristian Tinoco, hija del exvicecanciller y disidente sandinista, Víctor Hugo Tinoco, dijo que encontró a su papá “pálido, más delgado” y que está comenzando a presentar “pérdida de memoria”.
Reclamaron que “persiste la política de aislamiento e incomunicación” hacia los reos, que consiste en negarles llamadas telefónicas, ingreso de cartas y que no los dejan comunicarse entre ellos. En las visitas a la cárcel, prohíben además a los familiares abrazar o acercarse a los presos y que a las mujeres de los detenidos les tocan los “genitales y senos” durante las requisas policiales, dijeron.
El presidente Daniel Ortega acusa a los opositores presos de haber intentado supuestamente organizar un golpe de estado con el apoyo de Washington. Todos los detenidos en la DAJ han sido condenados en los últimos tres meses a penas de hasta 13 años por menoscabo a la integridad nacional.