Reikiavik. Los países del Ártico se comprometieron este jueves a luchar contra el calentamiento global, tres veces más rápido en el Gran Norte que en todo el planeta, y a preservar la paz a pesar de la creciente competencia geopolítica en la región.
“Nos comprometemos a promover una región del Ártico pacífica en la que prevalezca la cooperación en materia de clima, medio ambiente, ciencia y seguridad”, afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken en Reikiavik en el Consejo Ártico, que también reúne a Rusia, Canadá, Islandia, Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia.
“La competencia estratégica que caracteriza al Ártico llama la atención del mundo”, sin embargo, “su marca de fábrica debe seguir siendo la cooperación pacífica”, añadió.
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Una advertencia a China que, si bien solo tiene un estatuto de observador en este foro, no oculta su interés por este vasto territorio en condiciones extremas alrededor del Polo Norte, rico en recursos naturales, cuya explotación se ve facilitada por el retroceso del hielo y el desarrollo del transporte marítimo.
También advirtieron a Rusia, otro gran rival de Estados Unidos, después de los tensos intercambios que precedieron a la reunión en la capital islandesa sobre un riesgo de “militarización” del Ártico.
Maniobras militares
En los últimos años, Rusia aumentó constantemente su capacidad militar en el Ártico, reabriendo y modernizando varias bases y aeródromos abandonados desde finales de la era soviética.
El jefe de la diplomacia rusa Serguéi Lavrov acusó este jueves de nuevo a los occidentales de “jugar con las palabras”, al colocar una presencia militar estadounidense a las puertas de Rusia “en rotación”, en lugar de “permanente”, para eludir los textos que rigen las relaciones entre Moscú y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
“No vemos razón para un conflicto aquí, y aún menos para un desarrollo de programas militares de un bloque u otro”, declaró Lavrov a la prensa.
El principal foro regional, el Consejo del Ártico, fue creado hace 25 años para tratar temas consensuados como la conservación del medio ambiente, y su mandato excluye explícitamente la seguridad militar.
Lavrov, cuyo país tomó este jueves el relevo de Islandia en la presidencia rotatoria de la instancia regional, volvió a preconizar la reactivación de encuentros regulares entre los jefes de Estado Mayor de la zona con el fin de “extender nuestras relaciones positivas a la esfera militar”.
Estos encuentros están suspendidos desde el 2014 y la anexión de Crimea por Moscú.
Sin embargo, el ministro ruso defendió sobre todo el “espíritu de cooperación”, proponiendo organizar una cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno en los próximos dos años.
Blinken, que tuvo este miércoles un primer encuentro con Lavrov —calificado de “constructivo” por ambos países—, también destacó la “cooperación” con Moscú y los demás países miembros más que las tensiones existentes.
Con el fin de la presidencia de Donald Trump —que había agitado la región proponiendo comprar Groenlandia en el 2019 y multiplicando las declaraciones dirigidas contra las ambiciones rusas y chinas—, la nueva línea de su sucesor Joe Biden es seguida de cerca.
Blinken insistió en la lucha contra el calentamiento climático, al igual que sus homólogos que se alegraron estos últimos días por el “regreso” de Estados Unidos en primera línea en este desafío planetario.
“La crisis climática es nuestra mayor amenaza a largo plazo, con el Ártico enfrentando un calentamiento tres veces más rápido que todo el planeta”, resumió el ministro canadiense de Asuntos Exteriores, Marc Garneau.
El programa de vigilancia y evaluación del Ártico publicó este jueves datos alarmantes, entre ellos el aumento del riesgo de que el emblemático hielo marino de la región desaparezca completamente en verano, antes de volverse a formar en invierno.
Blinken en Groenlandia
En la anterior reunión en Finlandia en el 2019, el escepticismo climático de la administración Trump impidió por primera vez una declaración conjunta del Consejo, ya que Estados Unidos se negó a incluir el cambio climático.
Esta vez, la declaración conjunta se aprobó sin problemas y, por primera vez, también un “plan estratégico” para los próximos diez años.
Signo del interés confirmado de Washington, incluso si la cuestión de una adquisición quedó en el olvido, Blinken viajará el jueves por la tarde a Groenlandia para terminar su gira iniciada el domingo en Dinamarca.