La policía de Nicaragua allanó el jueves las oficinas de la revista digital Confidencial, crítica del presidente izquierdista Daniel Ortega, y retuvo momentáneamente a algunos periodistas que cubrían los incidentes, entre ellos un videorreportero de la AFP.
"Nuestras oficinas están rodeadas por las tropas antimotines. Demandamos respeto a la integridad física de nuestros colegas. Exigimos el retiro de la Policía", denunció Carlos Fernando Chamorro, director de Confidencial, a través de sus redes sociales. Desde allí se emite también el programa Esta Semana.
Carlos es hijo de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997). Este mismo jueves, su hermana Cristiana, dirigente opositora, fue señalada por el gobierno de estar envuelta en lavado de activos, condición que truncaría sus aspiraciones de participar en las elecciones presidenciales de noviembre.
Durante el operativo la policía dispersó con violencia a periodistas que daban cobertura al allanamiento de las oficinas de ambos medios, ubicados en el mismo edificio en la capital, Managua.
"Van presos", decían los agentes mientras corrían detrás de los periodistas, entre ellos reporteros de las agencias AFP y EFE. El fotógrafo de AFP, Inti Ocón, logró ponerse a buen recaudo junto con otros de sus compañeros. Estuvieron escondidos por más de una hora.
Pero el camarógrafo de la AFP, Luis Sequeira, llegó a ser retenido aunque liberado veinte minutos después. Contó que la policía borró de su celular todos los videos que había registrado sobre el allanamiento.
"Mi enérgica condena por el segundo allanamiento ilegal de la dictadura contra Esta Semana y Confidencial (...) Ortega está descontrolado, el pueblo ya lo derrotó", dijo Cristiana Chamorro.
La primera vez que el gobierno dispuso el allanamiento del local de Confidencial fue en 2018, cuando estaban en otro inmueble, y se incautaron equipos y medios de trabajo. Confidencial dio cobertura ese año a las protestas que pidieron la salida de Ortega y en donde se registraron más de 300 muertos.
En aquel momento el gobierno justificó la ocupación de algunos medios locales acusándolos de atentar contra la paz y los derechos humanos de los nicaragüenses. Dos años después entregó el antiguo inmueble de Confidencial para uso del ministerio de Salud.
Carlos Fernando Chamorro reabrió oficinas en un nuevo local a fines de 2019, que fue allanado este jueves.
"No nos van a callar, pueden robarse otras cámaras de televisión, otros accesorios, pueden ocupar un recinto donde nosotros habíamos hechos algunas producciones, pero vamos a seguir informando, no van a callar a nuestros periodistas", escribió Chamorro en Twitter.
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