Jerusalén. La Policía israelí mató este viernes a dos palestinos e hirió gravemente a un tercero, después de que abrieran fuego contra un puesto de control militar en el norte de Cisjordania.
“Tres terroristas dispararon en dirección a la base de los guardias de fronteras en Salem”, un pueblo palestino situado cerca de la ciudad de Yenín, en el norte de Cisjordania, ocupada por Israel, indicó la policía en un comunicado.
La fuerzas de seguridad replicaron haciendo uso de sus armas de fuego, según esta fuente. Dos de los tres asaltantes murieron, afirmaron las unidades médicas.
El tercero fue ingresado en un hospital israelí en “estado crítico”, explicó la policía.
La identidad de los asaltantes no fue divulgada, ni por las autoridades israelíes, ni por el Ministerio de Sanidad palestino, que confirmó la muerte de dos “ciudadanos”.
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Este incidente se produce en un contexto de tensiones en Jerusalén Este y en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde el año 1967.
Este miércoles falleció un joven israelí que había sido herido por disparos de un palestino días antes en Cisjordania.
El mismo día, un adolescente palestino de 16 años perdió la vida por disparos del ejército israelí, según fuentes palestinas.
En Jerusalén Este se suceden desde hace días manifestaciones contra la posible expulsión de familias palestinas del sector oriental de la Ciudad Santa, ocupado y anexado por Israel.
Quince palestinos fueron detenidos en Jerusalén en la madrugada de este viernes tras enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad israelíes y los manifestantes.
Horas más tarde, un centenar de palestinos volvieron a salir a las calles en el barrio de Sheij Jarrah, lo que motivó una nueva intervención de la policía, que utilizó granadas ensordecedoras, según periodistas de la zona.
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El ataque de este viernes coincidió además con la Jornada de al Quds celebrada todos los años en los países de la región y principalmente en Irán, enemigo jurado de Israel, en apoyo al pueblo palestino.
La disputa en Sheij Jarrah se centra en la propiedad de tierras sobre las que fueron construidas varias casas donde viven cuatro familias palestinas.
El tribunal de distrito de Jerusalén falló a principios de año en favor de las familias judías que reivindican la propiedad de los terrenos.
Según la ley israelí, si los judíos pueden probar que su familia vivía en Jerusalén Este antes de la guerra árabe-israelí de 1948, pueden pedir que les sean restituidos sus “derechos de propiedad”, una legislación que los palestinos contestan frontalmente.