La Habana. Muchos de los que protestaron este domingo en Cuba no habían nacido o eran niños cuando La Habana se estremeció con el inédito “Maleconazo” en agosto de 1994, la única protesta masiva que enfrentó Fidel Castro después del triunfo de la revolución en 1959.
Se trata del antecedente más cercano a las multitudinarias manifestaciones que irrumpieron el domingo en decenas de ciudades de la isla en las que miles de cubanos, hartos de la escasez de alimentos y medicinas, salieron a protestar al grito de “Tenemos hambre”, “Libertad” y “Abajo la dictadura”.
La protesta de aquel verano de 1994, en pleno Periodo Especial, terminó con la llegada del presidente Fidel Castro al lugar para pacificar la situación.
Entonces no había ni internet ni redes sociales en la isla, que este 2021 han tenido un papel fundamental en las movilizaciones que se desencadenaron después de que miles salieran a protestar por la mañana en un pequeño poblado de San Antonio de los Baños, al suroeste de La Habana.
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En ninguno de estos dos momentos, las protestas aparecen lideradas por alguna persona u organización disidente conocida, pero en ambas ocasiones el gobierno cubano acusó a Estados Unidos por el embargo impuesto en 1962 y su política hacia la isla.
“Aquí lo que nosotros necesitamos es que se retiren las 243 medidas de bloqueo adicionales y se derogue el bloqueo, es lo único que demanda Cuba”, dijo el lunes el presidente Miguel Díaz-Canel en una transmisión en televisión y radio.
Crisis de los Balseros
Tras la desaparición de la Unión Soviética y su bloque comunista, Cuba cayó en una profunda crisis económica, que el gobierno denominó oficialmente Período Especial.
La isla virtualmente se paralizó en 1993, su peor año económico. Los efectos se hicieron sentir con rigor en el verano de 1994 con prolongados cortes eléctricos, un transporte casi nulo y escasez de alimentos y medicinas.
El 5 de agosto de ese año, varias personas trataron de secuestrar una embarcación del puerto de La Habana, un intento infructuoso en el que murió un policía.
Entonces, las fuerzas de orden desalojaron el lugar y los involucrados se desplazaron al entronque entre la avenida del Malecón, y la del Puerto.
La noche anterior, la emisora Radio Martí, financiada por el gobierno de Estados Unidos, había llamado desde Washington a acudir al Malecón ese día para la supuesta llegada a La Habana de un flotilla de yates turísticos de emigrados que recogerían gente en allí.
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Los yates no llegaron, los ánimos se caldearon y comenzaron las protestas, que fueron reprimidas por la policía uniformada y de civil, y por contingentes de choque.
Los disturbios se extendieron por toda la parte central del Malecón, donde se rompieron vidrieras y se saquearon algunas tiendas, como también ocurrió este domingo.
A media tarde llegó Fidel Castro al lugar y la manifestación se dispersó. En ese momento se registraron unos 370 arrestos, y alrededor de 30 heridos, 11 de ellos policías.
Una semana después, el 11 de agosto, Castro dio la orden a sus tropas guardafronteras de no impedir las salidas ilegales del país, dando inicio a la Crisis de los Balseros, en la cual emigraron 34.000 cubanos en un mes, y por la que La Habana llegó a un acuerdo migratorio con Washington.