Washington. El calentamiento del planeta por encima de los 1,5°C, el objetivo más ambicioso del acuerdo de París, podría desencadenar varios “puntos de inflexión” climáticos que generarían una serie de catástrofes, según un estudio publicado el jueves en la revista Science.
Las temperaturas actuales, en alza, amenazan con detonar cinco de estos puntos de ruptura, dos de los cuales se relacionan con las capas de hielo de la Antártida y Groenlandia, advirtieron los autores del estudio, quienes estimaron sin embargo que no es demasiado tarde para actuar.
LEA MÁS: Jefe de la ONU visita Pakistán y advierte ‘indiferencia’ por el cambio climático
“Esto le cambiará la cara al mundo, literalmente, si se mira desde el espacio”, con la subida del nivel de los océanos o la destrucción de los bosques, explicó a la AFP Tim Lenton, uno de los autores del estudio. Lenton ya había realizado la primera publicación de fondo sobre el tema en el el 2008.
Un “punto de inflexión” es “un umbral crítico más allá del cual un sistema se reorganiza, muchas veces brutalmente y/o de manera irreversible”, de acuerdo con la definición del Grupo Internacional de Expertos sobre el Clima (GIEC), de Naciones Unidas (ONU).
Son fenómenos que desencadenan de manera independiente e ineluctable otra serie de hechos. Si los primeros análisis estimaban en un inicio el umbral en entre 3 y 5°C de calentamiento, los progresos en la observación y modelización del clima, así como la recreación de climas anteriores rebajaron drásticamente esta evaluación.
El estudio publicado en Science es una síntesis de más de 200 publicaciones científicas que buscan prever los límites que desencadenan estos puntos de ruptura. Los autores identifican nueve “puntos de inflexión” mayores a nivel planetario y siete a nivel regional: 16 en total.
Entre estos, cinco podrían desatarse con las temperaturas actuales, que crecieron en 1,2°C en promedio desde la era preindustrial: la desaparición de los casquetes de hielo en la Antártida y Groenlandia; un deshielo brutal del permafrost; el cese de la transferencia de calor en el Mar de Labrador y la extinción de los arrecifes de coral.
Con un calentamiento de 1,5°C, otros cuatro puntos pasan de la categoría “posible” a “probable”, y cinco se vuelven “posibles”.
Puntos de inflexión
En el caso de las capas de hielo de la Antártida Occidental y Groenlandia, cruzar el punto de ruptura estimado por los científicos contribuiría a aumentar el nivel del mar en 10 metros a lo largo de cientos de años, detalla Tim Lenton, de la Universidad británica de Exeter.
Aunque la destrucción de los arrecifes de coral ya comenzó, el alza en las temperaturas podría volver irreversible ese fenómeno y afectar a los 500 millones de humanos que dependen de ellos.
En el Mar de Labrador, un fenómeno de intercambio de calor (o convección) que lleva aire caliente a Europa, podría verse interrumpido, lo que generaría inviernos más fríos, tal y como sucedió durante la pequeña era glaciar.
Un deshielo acelerado del permafrost liberaría a su vez inmensas cantidades de gas de efecto invernadero y modificaría en profundidad los paisajes de Rusia, Canadá o la península escandinava.
LEA MÁS: ¿Qué es el calentamiento global y cómo ayudar a reducir su impacto?
Con un calentamiento de 1,5°C, una corriente marina mayor del Atlántico (la AMOC) se vería perturbada y en 2°C ocurriría lo mismo con los monzones en el oeste de África, en el Sahel y en la selva amazónica, que podría transformarse en sabana.
Estos efectos devastadores dependen de la duración del calentamiento, explicó el autor principal del estudio, David Armstrong McKay: si las temperaturas aumentaran 1,5°C durante 50 o 60 años, el planeta enfrentará las peores consecuencias.
Pero estos “puntos de inflexión” agravarán muy poco el calentamiento en sí mismo, agregó el investigador, estimando que la humanidad aún puede limitar los daños. “Vale la pena reducir nuestras emisiones tan rápido como sea posible”, alegó.
Tim Lenton, uno de los expertos mundiales en el tema, quiere creer que este concepto de ruptura puede traducirse más positivamente en la lucha contra la crisis climática, como un “punto de inflexión sociológico” que incite a la acción.
“Es así como logro levantarme por las mañanas”, explicó. “¿Podremos transformarnos a nosotros mismos y cambiar nuestros modos de vida?. Pensar de manera sistémica, con esta idea de punto de ruptura, nos da una luz de esperanza”.