Estocolmo. Seis de cada diez países en el mundo tomaron medidas problemáticas en materia de derechos humanos o de normas democráticas para enfrentar la pandemia de coronavirus, según un informe publicado este miércoles por la organización International IDEA.
El estudio, que abarca casi todos los países del mundo, concluye que 61% de ellos adoptaron medidas consideradas “ilegales, desproporcionadas, sin límite de tiempo o innecesarias” en al menos una esfera relativa a las libertades democráticas.
Si bien un 90% de regímenes autoritarios vulneraron derechos fundamentales, este organismo, con sede en Estocolmo y especializada en el estado de la democracia en el mundo, apunta a que un 43% de los países considerados democráticos también cometieron abusos.
Aunque las conclusiones eran previsibles para los regímenes autoritarios, “lo sorprendente es que tantas democracias hayan tomado medidas que son problemáticas”, afirmó el secretario general de IDEA, Kevin Casas-Zamora.
La organización examinó las distintas medidas adoptadas en todo el mundo desde un punto de vista puramente democrático y sin tener en cuenta la eficacia sanitaria.
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Entre las medidas preocupantes que citó Casas-Zamora están restricciones a la libertad de prensa en nombre de la lucha contra la desinformación, despliegue de militares para aplicar las reglas, campos de internamiento de enfermos, corrupción en contratos de suministros sanitarios o señalamiento a los migrantes.
De los 22 ámbitos analizados, India -una democracia- encabeza la clasificación mundial de medidas consideradas “preocupantes” para los derechos humanos, vulnerando nueve de las 22 categorías estudiadas. Le siguen países como Argelia, Bangladés, China, Egipto y Malasia.
Rusia es la primera nación europea, con seis áreas de preocupación, al igual que Arabia Saudita, Birmania, Jordania, Sri Lanka y Zimbabue.
En la Unión Europea se citan cinco países: Bulgaria, que vulnera tres categorías; Hungría y Polonia, dos; Eslovaquia y Eslovenia, una.
Entre las grandes democracias occidentales, Estados Unidos está señalado en dos áreas e Israel en cinco. Países como Francia, Italia, Alemania o España no están entre los mejor clasificados, pero no preocupan en estos ámbitos.
En América Latina, Cuba, que vulneró siete de las 22 categorías analizadas, y Argentina, con dos, aparecen entre los malos alumnos. Mientras que la oenegé destaca los buenos resultados de Uruguay.
Otros países modélicos, con buenos resultados sanitarios y respeto de la democracia, son Islandia, Finlandia, Nueva Zelanda, Noruega, Corea del Sur, Taiwán, Chipre, Japón, Senegal y Sierra Leona.
“La pandemia fue un acelerador de tendencias que ya se observaban antes del virus. Los países más autoritarios lo fueron aún más, y las democracias con problemas para garantizar el respeto de los derechos humanos agravaron su situación”, estimó Casas-Zamora.
No fueron más eficaces
El estudio contradice la idea de que los países más autoritarios fueron más eficaces en la lucha contra la pandemia.
“Ellos mismos usarían de buen grado este argumento”, afirmó Casas-Zamora. “Pero al ejemplo chino se pueden oponer los resultados de Nueva Zelanda, y al de Cuba, Finlandia”, explicó Kevin Casas-Zamora.
Los buenos resultados sanitarios observados en estos dos regímenes autoritarios “fueron a costa de una degradación importante de la democracia y los derechos humanos”, denunció el informe.
Para Casas-Zamora, el próximo desafío para la salud democrática de los países es el impacto de la crisis económica en ciernes.
El estudio de la International IDEA se puso en marcha en julio en colaboración con la Comisión Europea y se basó en una “observación mundial del impacto de la covid-19 en la democracia”.
Según la oenegé, de los 162 países analizados hay 99 democracias, 33 regímenes autoritarios y 30 “híbridos”. En total, el 55% de la población mundial vive actualmente en una democracia.