Paris. De acuerdo con la Organización No Gubernamental (ONG) Iran Human Rights (IHR), el número de muertos es de al menos 108, además de otras 93 víctimas mortales en Zahedan desde el comienzo del movimiento de protesta por la muerte de Mahsa Amini, hace casi un mes.
Las fuerzas de seguridad iraníes usaron gas lacrimógeno para dispersar una manifestación de abogados. “Mujer, vida, libertad”, corearon en Teherán los abogados en su primera participación, antes de dispersarse por culpa de una nube de gas lacrimógeno, según imágenes difundidas por la organización IHR.
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Una ola de protestas sacude Irán desde el 16 de setiembre, luego de que Amini murió tres días después de caer en coma, tras ser detenida en Teherán por la policía de la moral, por una supuesta infracción del estricto código de vestimenta de las mujeres de la República Islámica.
Este movimiento, el más importante desde las protestas del 2019 por un alza de los precios de la gasolina, llevó a jóvenes, estudiantes universitarias y escolares a sacarse el velo y enfrentarse en las calles a las fuerzas de seguridad.
Al menos 28 menores murieron en las protestas y cientos fueron detenidos, la mayoría en prisiones de adultos, denuncian grupos de defensa de los derechos humanos dentro y fuera del país.
El subcomandante de los Guardianes de la Revolución, Ali Fadavi, dijo a los medios iraníes el 5 de octubre que “la media de edad de los detenidos en muchas de las protestas recientes era de 15″ años.
El abogado de Derechos Humanos Hasan Raisi, indicó que “cerca de 300 personas de edades entre los 12 y 13, 18 y 19 años están bajo custodia policial”, algunos de ellos en centros para adultos condenados por delitos de drogas.
Estos disturbios agitaron particularmente Sanandaj, capital de la provincia del Kurdistán, en el oeste de Irán, de donde era oriunda Mahsa Amini.
Pero también agitaron Zahedan, en el sudeste de Irán, donde las protestas comenzaron el 30 de setiembre después de que una adolescente denunciara que un comandante de la policía de la región la violó.
En una aparición televisada este miércoles, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, acusó de avivar estos disturbios callejeros a los “enemigos” de Irán. El 3 de octubre acusó a los Estados Unidos y a Israel, enemigos de Teherán, de fomentar las protestas.
Una ‘inminente represión sangrienta’
Grupos de activistas llaman a movilizarse “en solidaridad con la población de Sanandaj y el heroico pueblo de Zahedan”. “No queremos espectadores, uníos a nosotros”, cantaron un grupo de jóvenes mujeres en la universidad Azad, según imágenes publicadas por IHR en Twitter.
Las tiendas cerraron en Sanandaj el miércoles, mientras que las iraníes agitaban sus velos por encima de sus cabezas mientras protestaban en las calles de Teherán, Isfahán, Shiraz y Mashhad, mostraron otras imágenes difundidas en las redes.
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La ONG IHR denunció que sus investigaciones sobre el alcance de la “represión” en la zona del Kurdistán fueron obstaculizadas por los cortes de Internet, y advirtió de una “inminente represión sangrienta” contra los manifestantes de la citada región.
Los analistas aseguran que la variada naturaleza de estas protestas complicó los intentos del estado por calmarlas, lo que podría convertirse en un desafío para las autoridades. Ante esta situación, Irán bloqueó el acceso a las redes sociales, incluyendo Instagram y WhatsApp y lanzó una campaña de arrestos masivos.
Antes de las protestas de este miércoles, el observador NetBlocks reportó “una importante interrupción del tráfico de internet en #Iran” desde las 9 p. m. hora local. Irán acusó a las potencias extranjeras de intervenir en el movimiento, al cual se refiere como “disturbios”, a medida que varias concentraciones en solidaridad organizan en el exterior.
Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y otros gobiernos impusieron sanciones contra funcionarios involucrados en la represión.
Según la investigación de las autoridades iraníes, Mahsa Amini murió por una enfermedad preexistente y no por la golpiza. Sus padres se querellaron contra los agentes involucrados y uno de sus primos, residente en Irak, informó que la joven murió por un “violento golpe en la cabeza”.