Washington. Cincuenta años después de la última misión Apollo, el programa Artemis está listo para tomar la pista de la exploración lunar, con un lanzamiento de prueba el lunes del cohete más poderoso en la historia de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
La meta es volver a llevar seres humanos a la Luna después de la misión de Apollo en 1972 y eventualmente a Marte. La misión, planificada durante más de una década, no está tripulada pero es altamente simbólica para la NASA, dada la presión que ejercen China y competidores privados como SpaceX.
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Los hoteles en los alrededores de Cabo Cañaveral están copados y se espera que asistan entre 100.000 y 200.000 espectadores al lanzamiento. El enorme cohete naranja y blanco está desde hace una semana apostado en el complejo 39B de lanzamiento del Centro Espacial Kennedy (KSC).
“Desde que fue enviado a la plataforma la semana pasada, puedes sentir la emoción, la energía”, expresó Janet Petro, directora del KSC. “Es realmente palpable”.
El objetivo del vuelo, bautizado Artemis 1, es testear el Sistema de Lanzamiento Espacial y la cápsula de tripulación Orion ubicada en la punta del cohete. Maniquíes equipados con sensores tomarán los lugares de los miembros de la tripulación y registrarán la aceleración, vibración y los niveles de radiación.
Además, cámaras capturarán cada momento del viaje de 42 días y se tomarán “selfi” de la nave espacial con la Luna y la Tierra de fondo.
Amerizaje en el Pacífico
La cápsula Orion orbitará alrededor de la Luna y se aproximará a unos 100 kilómetros como máximo y luego encenderá sus motores para alcanzar una distancia 64.000 km más lejana, un récord para una aeronave adecuada para transportar humanos.
Uno de los objetivos principales de la misión es probar el escudo de calor de la cápsula, que con casi 5 metros de diámetro es la más grande jamás construida. En su regreso a la atmósfera terrestre, el escudo de calor debe soportar una velocidad de más de 40.000 km/h y una temperatura de 2.760 grados Celsius.
Orion, cuyo descenso será frenado con paracaídas, terminará su viaje con un amerizaje en la costa de San Diego, en el Pacífico. El despegue del lunes dependerá del clima, que puede ser impredecible en Florida en esta época del año, por lo que la NASA contempló una ventana de lanzamiento de dos horas.
Si el cohete no puede despegar el lunes, se prevén como fechas alternativas el 2 o 5 de setiembre. Está todo listo. La NASA dio luz verde para la misión el martes luego de una inspección detallada. Eso no significa que las cosas puedan no puedan salir mal al tratarse del primer vuelo de la cápsula y del cohete.
‘Riesgo inherente’
“Estamos haciendo algo que es increíblemente difícil de hacer y ello conlleva un riesgo inherente”, dijo Mike Sarafin, gerente de la misión Artemis 1. Debido a que es un vuelo no tripulado, Sarafin dice que la misión continuará en condiciones que no serían aptas para un viaje con astronautas. “Si falláramos en el despliegue de paneles solares continuaríamos, y eso es algo que no haríamos necesariamente en una misión tripulada”, explicó.
Un fallo general en la misión sería devastador para el programa que cuesta $4.100 millones por cada lanzamiento, y que ya está retrasado en su cronograma. La próxima misión, Artemis 2, llevará astronautas a orbitar en torno a la Luna sin pisar su superficie. Se espera que sea la tripulación de Artemis 3 la que alunice a más tardar en el 2025.
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Mientras los astronautas de Apollo que caminaron en la Luna fueron solo hombres, el programa Artemis planea incluir a la primera mujer y a la primera persona negra. Y teniendo en cuenta que los humanos ya visitamos la Luna, Artemis tiene la mirada puesta en otra meta: enviar una tripulación a Marte.
El programa Artemis se propone establecer presencia humana permanente en la Luna con una estación espacial conocida como Gateway y con una base en la superficie lunar. Gateway serviría como una estación de preparación y reabastecimiento de combustible para el viaje a Marte, que como mínimo tomaría meses.
“Creo que será inspiradora incluso más que Apollo”, opinó sobre la misión Artemis el exastronauta y administrador asociado de NASA, Bob Cabana. “Será absolutamente impresionante”.