Washington. Una semana antes del final de su mandato, el presidente Donald Trump enfrentaba este miércoles un nuevo juicio político por alentar el asalto al Capitolio que dejó cinco muertos y conmocionó a Estados Unidos y al mundo.
Cuando faltan siete días para la investidura del presidente electo, el demócrata Joe Biden, y a pocas horas de que la Cámara de Representantes vote la histórica acusación contra el mandatario republicano, Washington estaba bajo altas medidas de seguridad, en un ambiente tenso luego de la toma de la sede del Congreso por partidarios de Trump el 6 de enero.
Bloques de hormigón bloquean los ejes principales del centro de la ciudad, enormes barreras metálicas rodean muchos edificios federales, incluida la Casa Blanca, y la Guardia Nacional está desplegada en todas partes.
Decenas de militares de la reserva pasaron la noche dentro del Congreso. Muchos durmieron en el piso de las salas y corredores.
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The Speaker of the House thanks the men and women of the National Guard for protecting the U.S. Capitol. pic.twitter.com/QwZlpeAWPp
— Drew Hammill (@Drew_Hammill) January 13, 2021
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Los debates en la Cámara de Representantes comenzaron a las 9 a.m. (8 a.m. hora en Costa Rica). La votación sobre la acusación está programada para alrededor de las 3 p.m.
Su resultado, que no está en duda puesto que los demócratas controlan la Cámara Baja, marcará la apertura formal del proceso de juicio político contra Trump, que se convertirá en el primero en la historia del país en ser procesado dos veces en el Congreso.
Miembros de la Guardia Nacional con armas
Las tropas de la Guardia Nacional estadounidense desplegadas en Washington empezaron este martes a llevar armas en las calles de la capital, un cambio radical a una semana de la investidura del presidente electo, Joe Biden, comprobó un fotógrafo de la AFP.
En principio, esos efectivos se movilizaron para brindar apoyo logístico a la Policía de Washington.
El lunes, el general Daniel Hokanson, jefe de la oficina de la Guardia Nacional en el Pentágono, indicó que aún no habían sido autorizados a llevar armas.
Autorizar a la Guardia Nacional a desplegarse armada y a realizar arrestos sería un “último recurso” si la situación de seguridad se saliera de control, dijo entonces Hokanson.
El cambio de este martes no ha sido explicado por las autoridades, y la Guardia Nacional en Washington se negó a hacer comentarios.
Sin embargo, expertos en seguridad señalaron que los seguidores más extremos del presidente Donald Trump, que al igual que él niegan su derrota en las elecciones de noviembre, habían prometido en redes sociales recurrir a la violencia en la capital y otras ciudades del país.
Ya hay 6.200 integrantes de la Guardia operativos en Washington y se prevé un total de 10.000 para el próximo fin de semana, mientras que otros 5.000 podrían sumarse el día de la investidura de Biden, el 20 de enero.
El Pentágono y la Guardia Nacional -fuerza de reserva- fueron criticados por su respuesta lenta el miércoles pasado, cuando la sede del Congreso de Estados Unidos, el Capitolio, fue invadida por miles de seguidores de Trump que desbordaron a un cuerpo de seguridad del recinto sin personal suficiente ni preparación adecuada. El caos desatado dejó cinco muertos.
No obstante, según funcionarios del Pentágono, la Guardia Nacional fue convocada tarde y sin disponer de un equipo antidisturbios.
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Debate en el Congreso
Pocos días antes de su partida a su residencia en Mar-a-Lago, Florida, donde debería comenzar su nueva vida como “expresidente”, Trump parece desconectado de lo que está sucediendo en la capital estadounidense.
Ningún republicano de la Cámara de Representantes votó en diciembre del 2019 el impeachment a Trump por las presiones a Ucrania para investigar una presunta corrupción de Biden. Y el mandatario salió absuelto del juicio político por el Senado, de mayoría republicana.
Sin embargo, esta vez, cinco congresistas habían anunciado su apoyo al “impeachment”. Entre ellos, Liz Cheney, una de las líderes de la minoría republicana en la Cámara Baja e hija del exvicepresidente estadounidense Dick Cheney.
“Nada de esto hubiera sucedido sin el presidente”, dijo sobre el asalto al Capitolio.
La presidenta demócrata de la Cámara Baja y líder de la mayoría demócrata, Nancy Pelosi, reveló los nombres de su equipo de “fiscales”, que serán los encargados de llevar el caso al Senado, dominado aún por los republicanos, para el juicio político.