Kiev. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, prometió este miércoles que su país resistirá a cualquier eventual invasión, y la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) aseguró que no constató ningún repliegue militar por parte de Rusia en las fronteras con la exrepública soviética.
Zelenski, que decretó un "Día de la Unidad" este miércoles, asistió a unas maniobras militares cerca de Rivné, en el oeste, donde una hilera de vehículos fueron destrozados por misiles y varios blindados efectuaron disparos en medio de un páramo amarillento.
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Después, viajó a la ciudad de Mariupol, la última ciudad del este que está bajo control del gobierno. Está considerada como uno de los territorios bajo amenaza en caso de una invasión, ya que está a unos 20 kilómetros de donde operan los separatistas prorrusos que mantienen un conflicto armado.
"No tenemos miedo de ninguna eventualidad, no tenemos miedo de nadie, de ningún enemigo", dijo Zelenski, que lucía un abrigo verde de estilo militar. "Nos defenderemos nosotros mismos".
"Protejan su país", insistió.
En solidaridad con Zelenski, hasta Mariupol se desplazaron también el embajador de la Unión Europea en Ucrania, Matti Maasikas, y los embajadores de España, Estonia, Polonia y Alemania.
Pero el presidente ucraniano negó haber observado ningún indicio de que las tropas rusas se estén retirando.
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"Estamos viendo pequeñas rotaciones. No llamaría a esas rotaciones una retirada de las fuerzas por parte de Rusia", comentó a la televisión. "No vemos ningún cambio", agregó.
Con motivo del "Día de la Unidad", muchas calles de Kiev se llenaron de banderas, y en algunas escuelas de la capital se organizaron ejercicios de evacuación.
Unas manifestaciones patrióticas que coincidieron con el llamado del Kremlin para unas "negociaciones serias" con Estados Unidos, mientras que los líderes europeos seguían pidiendo una solución negociada a la crisis.
Sin embargo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que presidió una reunión de los ministros de Defensa de la Alianza en Bruselas, descartó que la amenaza en la frontera haya disminuido, después de que Rusia afirmara que comenzó a retirar a sus soldados.
El responsable anunció que la OTAN reforzará sus defensas en el este de Europa con más despliegues en sus países miembros fronterizos con Ucrania.
Este miércoles, centenares de paracaidistas de Estados Unidos llegaron al aeropuerto de Rzeszow, en Polonia, un país miembro de la OTAN.
Stoltenberg denunció "la nueva normalidad para la seguridad" en Europa impuesta por Rusia, que consiste en "contestar con el empleo de la fuerza los principios fundamentales".
Y sobre los supuestos repliegues de los soldados rusos, indicó: "No hemos constatado ninguna desescalada en el terreno por ahora. Al contrario, parece que Rusia sigue reforzando su presencia militar".
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró a la cadena ABC News que Washington no ha visto "un retiro significativo" de tropas rusas.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, afirmó que Rusia mantiene "tantas fuerzas" como antes en la frontera con Ucrania, y que los anuncios de Moscú debían "verificarse".
Los líderes de la Unión Europea tienen previsto participar en una reunión el jueves en la que tratarán sobre la situación en Ucrania.
El despliegue de más de 100.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania había sido catalogado por Estados Unidos como un riesgo de una invasión inminente y es considerado como la peor crisis de seguridad en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Los occidentales advirtieron que impondrían unas sanciones económicas masivas a Rusia en caso de ofensiva, algo que el Kremlin negó querer hacer.
El ejército ruso anunció que había terminado sus ejercicios y que sus soldados se estaban marchando de la península anexada de Crimea, en el sur de Ucrania, publicando un video que muestra una retirada de las tropas y del arsenal militar en un tren.
Bielorrusia también afirmó que todos los soldados rusos desplegados en su territorio en el marco de unas maniobras abandonarán el país el 20 de febrero, en cuanto terminen los ejercicios.
Estados Unidos pidió más pruebas de esa desescalada, aunque el presidente Joe Biden tendió la mano y se declaró abierto a hallar una solución por la vía diplomática, un anuncio aplaudido por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
"Que el presidente de Estados Unidos también haya expresado su disposición a unas negociaciones serias es algo positivo", afirmó.
El gobierno ruso lamenta que los occidentales hayan rechazado sus principales exigencias, como que la OTAN termine con su política de expansión y que prohíba una eventual incorporación de Ucrania a la alianza, y la retirada de la infraestructura militar de la OTAN de Europa del Este.
Los occidentales propusieron abrir un diálogo sobre temas como el control de armamento.
El martes, Ucrania fue víctima de un ciberataque masivo que afectó sobre todo al portal web del Ministerio de Defensa y a una quincena de bancos, y acusó a Moscú del mismo.
“Rusia no tiene nada que ver con ningún ciberataque”, replicó el miércoles Dmitri Peskov.