Kiev. Ucrania pidió el miércoles a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea (UE) más ayuda militar y nuevas sanciones contra Moscú, después de que las autoridades prorrusas proclamaran victoria en los discutidos referendos celebrados en cuatro regiones ucranianas ocupadas y reclamaran su anexión a Rusia.
“Querido Vladimir Vladimirovich (...) le pedimos examinar la cuestión de la adhesión de la República Popular de Lugansk a Rusia como sujeto de la Federación de Rusia”, declaró Leonid Pasechnik, jefe separatista prorruso de Lugansk, en el este de Ucrania, en un texto publicado en Telegram.
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Tanto Pasechnik como el jefe de la administración prorrusa de Donetsk, afirmaron que prevén viajar a Rusia para formalizar la anexión. Y los dirigentes de las administraciones de ocupación de las regiones meridionales de Jersón y de Zaporiyia enviaron cartas similares al presidente ruso, Vladimir Putin, tras anunciar el martes los resultados de las votaciones.
Para Rusia, “los resultados de este plebiscito hablan por sí solos” y, en un comunicado, la diplomacia rusa afirmó que “los habitantes del Donbás (Lugansk y Donetsk), de Jersón y de Zaporiyia no quieren volver a su vida de antes y han hecho una elección consciente y libre en favor de Rusia”.
Pero los aliados de Kiev anunciaron que no reconocerían su resultado. Incluso China, supuestamente cercana a Moscú, pidió respeto a “la integridad territorial de todos los países”.
En este sentido, la primera ministra británica, Liz Truss, le dijo el miércoles al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que el Reino Unido “nunca reconocería los intentos rusos de anexionar territorios soberanos”.
Pero el Gobierno ucraniano quiere que las palabras se traduzcan en hechos y reclamó más armas, a pesar de las advertencias de Moscú de que podría emplear su arsenal nuclear para proteger esos territorios en caso de anexión.
“Ucrania pide a la UE, a la OTAN y al Grupo de los Siete (G7) aumentar su presión sobre Rusia inmediata y significativamente, incluyendo la imposición de nuevas sanciones, y aumentar significativamente su ayuda militar”, dijo el ministerio ucraniano de Relaciones Exteriores.
En su comunicado enumeró “tanques, aviones de combate, vehículos armados, artillería de largo alcance, material antiaéreo y equipamiento de defensa antimisiles”.
Los referendos suponen un punto de inflexión en la guerra después de la exitosa contraofensiva lanzada por Ucrania en las últimas semanas, que logró empujar a Putin a declarar una movilización parcial de reservistas.
‘Al final ganaremos’
Juntas, las cuatro regiones constituyen un importante corredor terrestre entre Rusia y la península de Crimea, que Moscú se anexionó en el 2014 en un proceso similar al actual. Contando esta península, Rusia controlaría alrededor de un 20% de toda Ucrania, cuyas tropas han recuperado importantes franjas de terreno, especialmente en el noreste.
“Estas votaciones no son legítimas. Creemos en nuestras fuerzas. Al final ganaremos”, expresó Denis Kochkov, un empleado ferroviario de 30 años.
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Y en Rusia, en la región de Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania, una explosión de munición provocada -según el gobernador- por un “error humano” dejó al menos 14 heridos.
Presión económica
En tanto, la presión económica sobre Rusia sigue aumentando. La UE propuso un octavo paquete de sanciones, incluyendo un tope en el precio del petróleo ruso, además de medidas restrictivas contra responsables por referendos de anexión de territorios ucranianos.
Asimismo, los tres bancos públicos turcos que utilizaban el sistema ruso de pagos Mir, anunciaron que suspenderán su uso.
Por otro lado, Moscú reclamó que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) se reúna para discutir sobre el “sabotaje” de los dos gasoductos Nord Stream, que conectan a Rusia con Alemania en el mar Báltico, y que se vieron afectados por filtraciones espectaculares precedidas por explosiones submarinas.
Después de que la diplomacia rusa dijera que el presidente estadounidense, Joe Biden, debía aclarar si Washington está detrás de esas fugas, una portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos tildó la petición de “ridícula” y señaló que, con ella, Rusia lo único que hace es “difundir desinformación”.
EE. UU. libera $1.100 millones en armas para Ucrania
Por su parte, Estados Unidos anunció el miércoles un nuevo paquete de armas y suministros para Ucrania, por valor de $1.100 millones, con el fin de reforzar las fuerzas de Kiev a mediano y largo plazo.
Los pedidos a proveedores militares de Estados Unidos incluyen sistemas de misiles Himars y munición, sistemas contra drones, radares y vehículos blindados, según un comunicado del Departamento de Defensa.
El armamento no está destinado a las fuerzas ucranianas que actualmente combaten a los rusos en el sur y el este, sino que será entregado a Kiev en unos meses. Esto “demuestra el compromiso de Estados Unidos de continuar apoyando a Ucrania a largo plazo”, según el comunicado.
El paquete liberado representa “una inversión plurianual en capacidades indispensables para el fortalecimiento de las fuerzas armadas ucranianas, en momentos en que defienden la soberanía y el territorio de Ucrania frente a la agresión rusa”, añadió el Pentágono.
Con este tramo nuevo, la ayuda militar de Washington a Ucrania llega a $16.200 millones desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero y a $16.900 millones desde que el presidente, Joe Biden, asumió en enero del 2021.