Lima. El profesor de izquierda Pedro Castillo y la derechista Keiko Fujimori se encaminaban este lunes a asegurar su paso a una segunda vuelta en Perú, al liderar con 18,83% y 13,21%, respectivamente, el escrutinio de los comicios del domingo, con casi el 90% de los votos procesados.
Detrás de ellos hay dos candidatos de derecha, el economista Hernando de Soto (11,97%) y el empresario Rafael López Aliaga (11,90%), según el último cómputo de la oficina nacional electoral (ONPE).
Castillo y Fujimori deberían medirse en un balotaje el 6 de junio y el vencedor asumiría el 28 de julio, día en que Perú conmemora el bicentenario de su independencia.
El nuevo gobernante peruano tendrá el reto de superar la emergencia sanitaria que no da tregua, con cifras récord de contagios y decesos en los últimos días, una profunda recesión económica y la crisis política en una nación de 33 millones de habitantes.
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El escrutinio de la elección al Congreso unicameral 130 miembros avanza más lentamente en forma paralela y también es encabezado por los partidos de Pedro Castillo (Perú Libre) y de Keiko Fujimori (Fuerza Popular) con 16,6% y 12,6%, respectivamente.
‘La lucha recién comienza’
“El cambio y la lucha recién comienzan”, dijo Castillo, de 51 años, quien salió del anonimato en el 2017 al dirigir a miles de colegas en una prolongada huelga nacional.
Este maestro de escuela rural solo hace ocho días comenzó a figurar con posibilidades en los sondeos y a destacarse, tras recorrer silenciosamente el país y tener buen desempeño en los debates electorales por televisión.
“Con Castillo tenemos una izquierda antiestablishment, conservadora en lo social y que rechaza la economía de libre mercado”, manifestó el politólogo Carlos Meléndez, quien anticipa un “balotaje complicado”.
Muchos quedaron sorprendidos por los resultados de la votación, que busca poner fin a un convulso quinquenio en el que, desde el 2018, desfilaron cuatro presidentes.
En un país sin partidos políticos fuertes y donde las figuras pesan más que la ideología, un total de 18 candidatos estaban en liza por la presidencia, sin ningún favorito.
“Lastimosamente nos sorprendió lo de Castillo y estamos pues preocupados, pero a la vez, también, viendo que realmente el país está dividido”, indicó la limeña Rumi Cahuana, de 38 años.
Juicio pendiente
La encuestadora Ipsos había anticipado que las actas de votos de las zonas rurales que faltaban contar favorecerían a la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori, aunque al comienzo del escrutinio el segundo lugar lo ocupaba De Soto.
La dirigente, que se postula por tercera vez a la presidencia —perdió en sendos balotajes ante Ollanta Humala en el 2011 y Pedro Pablo Kuczynski en el 2016— dice que tiene “mucha fe” que se confirmaría su pase a la segunda vuelta.
La aspirante está bajo la lupa de la Fiscalía por el escándalo del gigante brasileño de la construcción Odebrecht, que también salpicó a cuatro expresidentes peruanos.
La Fiscalía, que se prepara para llevarla a juicio, anunció el 11 de marzo que pediría condena de 30 años de prisión para Keiko Fujimori por los presuntos delitos de “crimen organizado, lavado de activos, obstrucción a la justicia”.
De ganar la presidencia, solo podría ser llevada a juicio una vez que termine su mandato de cinco años.
‘Antivoto’
Entre Castillo y Fujimori se anticipa “una segunda vuelta polarizada”, manifestó el jefe de Ipsos Perú, Alfredo Torres.
“Ambos tienen bastante antivoto. Hay un sentimiento antifujimori en un sector de la población y en otro hay un sentimiento anticomunista”.
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“El anticomunismo se debe a la experiencia terrible con [la guerrilla maoísta de] Sendero Luminoso [...] y en alguna medida también se debe a la evidencia del fracaso del régimen chavista en Venezuela”, indicó Torres.
“En Perú hay un millón de emigrantes venezolanos y eso lo perciben como una mala señal los peruanos”, añadió.
Para Meléndez “va a ser una segunda vuelta de dos antivotos: el antifujimorismo y el histórico anticomunista”.
Sin embargo, además habrá un enfrentamiento geográfico, según el politólogo: “La elección deja una división Lima/costa norte versus el resto del país andino y rural”.