Moscú. Un tribunal de Moscú ordenó el martes el encarcelamiento del opositor ruso Alexéi Navalni por casi tres años, un caso que ha provocado masivas marchas a su favor en toda Rusia y nuevas tensiones entre el Kremlin y Occidente.
La jueza Natalia Repnikova dijo que Navalni, principal crítico del Kremlin, violó las condiciones de un control judicial y deberá cumplir la pena de cárcel en suspenso del 2014.
Por ello, tendrá que cumplir su condena original de tres años y medio, menos los meses que pasó bajo arresto domiciliario ese año.
Su abogada, Olga Mijaylova, indicó que su cliente tendrá que purgar “alrededor” de dos años y medio de cárcel. Apelará la decisión, añadió.
Se trata de la primera condena larga para el activista anticorrupción, de 44 años.
Tras el anuncio de la sentencia, su organización, el Fondo de Lucha contra la Corrupción, convocó una manifestación inmediatamente frente al Kremlin.
“Nos reunimos en el centro de Moscú inmediatamente”, dijo la organización en Twitter.
Decenas de policías fueron rápidamente desplegados en el lugar, según un periodista de la AFP. Las estaciones de metro de la zona fueron cerradas, según las agencias rusas, que ya informaron de las primeras detenciones.
La Unión Europea (UE), Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, entre otros, pidieron la liberación inmediata del opositor. El Consejo de Europa se sumó a ellos, tachando la condena de “contraria a las obligaciones de Rusia en materia de derechos humanos”.
Moscú tachó estos llamados de “injerencia”.
Navalni escuchó la condena, de pie con las manos en los bolsillos, en el cubículo de vidrio reservado a los detenidos. Hizo un gesto en forma de corazón a su esposa, Yulia.
Proceso para intimidar
Durante la vista, había denunciado un esfuerzo destinado a amordazar a los que se oponen a Vladimir Putin.
“Lo más importante en este juicio es asustar a una gran cantidad de gente. Se encarcela a uno para asustar a millones”, declaró.
También denunció las miles de detenciones durante las concentraciones de oposición más importantes de los últimos años. “¡No podrán encarcelar a todo el país!”, añadió el opositor, detenido desde el 17 de enero.
Luego repitió que Putin era quien había ordenado a los servicios de seguridad, matarlo, envenenándolo en agosto en Siberia con la ayuda de un agente neurotóxico.
Putin “pasará a la historia como el envenenador de los calzoncillos”, expresó.
En diciembre, Navalni afirmó en un video que había desenmascarado por teléfono a un agente del FSB que reveló que el veneno había sido colocado en su ropa interior.
El proceso del martes era sobre una demanda de los servicios penitenciarios según los cuales Navalni no había respetado su control judicial en el marco de su condena en suspenso.
El activista dijo que informó a las autoridades de su convalecencia en Alemania. Fue detenido inmediatamente a su regreso a Rusia.
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Su intento de asesinato y su detención provocaron nuevas tensiones entre Rusia y Occidente. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, tiene previsto viajar a Moscú el viernes y pidió ver a Navalni.
El gobierno ruso confió este martes en que la Unión Europea (UE) no cometa la “insensatez” de condicionar sus relaciones con Moscú al destino de “un interno en un centro de detención”, según palabras del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Muchas causas judiciales
Navalni es objeto de múltiples procedimientos judiciales.
El viernes comparecerá por “difamación” contra un antiguo combatiente. También está acusado en una investigación por fraude, un delito que se castiga con hasta diez años de detención, por haber malversado, según las autoridades, donaciones dirigidas a su organización.
Desde su regreso a Moscú, la Justicia rusa ha multiplicado las acciones contra Navalni y sus aliados políticos, de los cuales casi todos están bajo arresto domiciliario, encarcelados o procesados desde hace unas semanas.
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El opositor logró movilizar a sus partidarios con dos fines de semana consecutivos de manifestaciones en un centenar de localidades, no sólo en Moscú y San Petersburgo.
La respuesta policial fue masiva: el domingo hubo más de 5.400 arrestos en todo el país, un récord en la historia reciente de Rusia, según la ONG OVD-Info.
Estas protestas también están alimentadas por la difusión de una investigación del opositor que acusa a Putin de beneficiarse de un “palacio” a orillas del mar Negro, descargada más de 100 millones de veces en YouTube.