El veterano Daniel Dhers, uno de los pioneros del BMX Freestyle y plata en el debut de esta disciplina en unos Juegos Olímpicos, aseguró tras recibir la medalla que, pese a sus 36 años, va a seguir "hasta París-2024".
"Faltan tres años, acabo de ganar una medalla, yo creo que puedo llegar. Estoy emocionado por lo que significa venir a unos Juegos Olímpicos, tienes que lidiar con mucha adversidad, demostrarte a ti mismo una y otra vez de que puedes lograr lo que te propones", aseguró el caraqueño en la zona mixta.
"Necesito terminar mi temporada, descansar un poquito y después vamos a idear el plan para el 2024 porque quiero vivir unos Juegos Olímpicos con todo el público", añadió.
"Tras haber vivido esto (los Juegos con las restricciones por la pandemia), no me quiero ni imaginar lo que son unos Juegos al 100%. Esa es mi nueva meta", insistió Dhers, que acabó segundo, por detrás del australiano Logan Martin, primer campeón olímpico.
El venezolano acabó con la segunda mejor puntuación en el primer recorrido, pero en el segundo se quedó fuera del podio provisional después de que el británico Declan Brooks y el costarricense Kenneth Tencio mejoraran su puntuación.
En esos momentos, Dhers, que con 36 años era el mayor de todos los competidores, tiró de experiencia: "Ganar o no ganar no iba a cambiar mi vida, pero si quería demostrarme que podía. Empecé con un truco que nunca hice en competencia y me salió (...) Al final de la ronda no quería cometer un error tonto que me hiciese perder la medalla".
Acabado el ejercicio, sabiendo que tenía la medalla al alcance, dio un gran grito para descargar la tensión. "No podía creer que todos estos años de dedicación los pude poner en 60 segundos. Es extremadamente difícil hacer este tipo de rutinas", explicó Dhers, profesional desde 2003 y que reside habitualmente en Estados Unidos.
El 'rider' admitió que pensó en retirarse en 2019, pero que cuando se anunció en 2017 la inclusión del Freestyle en los Juegos de Tokio y acabó como número 1 mundial ese año, pensó: "Me queda gasolina en el tanque, vamos a darle".
Los Juegos se convirtieron en la motivación que necesitaba para seguir compitiendo: "Cuando gané varias medallas en los X Games, pasan dos cosas en mi vida. La primera fue dejar de ir a Venezuela y la segunda es que perdí la motivación.
"Vuelvo a Venezuela en 2019 y noto lo triste que estaba por no ir a Venezuela. Se me renovó el sentimiento de ser venezolano, esa energía que te da el país y cuando se anuncian los Juegos Olímpicos se me renueva la energía de querer competir otra vez al máximo nivel. Durante unos años estaba compitiendo al 70% porque había alcanzado la cima en mi deporte y después no había más nada", añadió.
Esa motivación será la que le llevará a París-2024, pese a admitir que de joven no seguía los Juegos, pero que ha descubierto "lo que significan".
"Mi país ha estado en conflicto durante 20 años, pero todo el mundo, sin importar la inclinación política, quiere que todos los atletas traigan medallas al país. Es algo que une, demasiado bello, que pensé que no iba a pasar en mi país por la historia complicada que tenemos".
"Y yo le puedo dar esa alegría a los treinta y pico millones de venezolanos", concluyó exultante.
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