Washington. Con 21.000 soldados de la Guardia Nacional desplegados en breve y barrios enteros atrincherados, Washington se encuentra bajo una fuerte vigilancia ante las amenazas de nuevas manifestaciones de seguidores de Donald Trump antes de la ceremonia de investidura del presidente electo, Joe Biden, el 20 de enero.
“Estamos preocupados por los riesgos de violencia durante las numerosas manifestaciones previstas en los próximos días en Washington y frente a los edificios gubernamentales en los estados”, que podrían atraer a individuos armados, explicó el jueves el director del FBI, Christopher Wray.
Durante una reunión con el vicepresidente saliente, Mike Pence, Wray mencionó “una cantidad importante de discusiones inquietantes en Internet”.
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“Actualmente, vigilamos las llamadas a manifestaciones armadas y acciones de aquí a la investidura”, de las que hay que evaluar cuáles son amenazas serias, afirmó.
La Policía y el Ejército están siendo muy criticados por su falta de preparación durante la manifestación de los seguidores del presidente saliente el 6 de enero. Varios centenares acabaron invadiendo el Capitolio, sembrando el caos en pleno corazón de la democracia de Estados Unidos. Al menos cinco personas, incluyendo un policía, murieron en los disturbios.
La invasión derivó en la acusación a Trump el miércoles en el Congreso por “incitación a la insurrección”. Los diez legisladores republicanos que votaron a favor disponen desde entonces de una protección reforzada.
“Los colegas se desplazan ahora con escoltas armados”, contó el jueves uno de ellos, Peter Meijer, en MSNBC. “Pensamos que hay gente que podría intentar matarnos”, añadió.
Según un reciente informe interno del FBI, citado por medios estadounidenses, un “grupo armado identificado” se prepara para “asaltar” edificios gubernamentales en los 50 estados de Estados Unidos y en la capital en los próximos días y hasta la investidura del presidente demócrata.
El FBI menciona especialmente al movimiento de extrema derecha Boogaloo, que aboga por la guerra civil para derrocar al gobierno, y cita amenazas creíbles en los estados de Michigan y Minnesota.
Varios estados tomaron medidas de precaución movilizando a efectivos adicionales de las fuerzas del orden para proteger las sedes de gobierno.
En la capital federal, Washington, se movilizarán 21.000 guardias nacionales para la investidura, lo que significa más militares que en Irak y Afganistán juntos, según indicó el jueves el general Daniel Hokanson, jefe de la oficina de la Guardia Nacional en el Pentágono.
‘No vengan’
La misión de los reservistas está limitada, sin embargo, a un apoyo logístico a la policía y solo estarán autorizados “en último recurso” a realizar detenciones, según el Departamento de Defensa.
Aunque estos soldados están armados.
Trump confirmó también el miércoles que había sido informado de “amenazas potenciales” respecto a las manifestaciones “en los próximos días, en Washington y en el país”.
El presidente saliente llamó a sus seguidores a la calma, subrayando el derecho de los estadounidenses a manifestarse pacíficamente. “Insto a que no haya violencia, no se cometan delitos y no haya vandalismo”, pidió el miércoles.
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Tanto en Washington como en los estados vecinos de Maryland y Virginia, las autoridades hacen todo lo posible para disuadir a la población de que asista a la investidura, que tendrá lugar en las escaleras del Congreso.
Las calles del centro de la ciudad estaban el jueves vigiladas por la Policía y protegidas por verjas, en ocasiones rematadas con alambre de púas -como alrededor del Capitolio-, y con bloques de hormigón.
El tráfico de autos y los transportes se verán afectados también por el dispositivo de seguridad.
Las autoridades están considerando igualmente cerrar al público el extenso césped del National Mall, donde miles de visitantes suelen aglomerarse para presenciar en vivo la investidura.
La oferta de alojamiento estará limitada debido al probable cierre de ciertos hoteles, estimó el miércoles la alcaldesa demócrata de Washington, Muriel Bowser, que ya había pedido a los estadounidenses no viajar a la capital para la investidura.
La plataforma de alquiler de viviendas de particulares Airbnb anunció el miércoles la anulación y el bloqueo de las reservas en la capital durante la semana de la investidura.
En tanto, la compañía aérea Delta advirtió el jueves que los pasajeros que vuelen con destino a la capital no podrán transportar un arma en su equipaje a partir del sábado.