Escuchar música a un alto volumen con reproductores digitales por más de 90 minutos cada día causa daños severos en los oídos de las personas y puede producir una sordera irreparable.
Así lo alerta un estudio hecho por Brian Fligor, director de Audiología Diagnóstica del Hospital de Niños de Boston y profesor de la Escuela de Medicina de Harvard, en Estados Unidos.
Según Fligor, escuchar música a un 80% de la capacidad de volumen de su reproductor (MP3 player, discman o iPod) de forma periódica hace que las personas pierdan progresivamente su capacidad de escuchar.
La exposición a música alta con audífonos causa a largo plazo el mismo deterioro que padece quien trabajó por mucho tiempo en una fábrica ruidosa sin usar protectores de oído, explica Fligor en su estudio.
“Si una persona excede los 90 minutos de música alta un día y luego no usa los audífonos el resto de la semana, no corre un riesgo mayor. El problema ocurre cuando hay una práctica constante”, dijo.
Según destaca el científico, el oído humano es capaz de soportar hasta 85 decibeles. Sin embargo, los reproductores alcanzan hasta 139 decibeles; de ahí la necesidad de regular su volumen.
Entre otras cosas, los indicios de esta sordera pueden percibirse cuando, tras horas de haberse quitado los audífonos, la persona sigue percibiendo ruido o un zumbido dentro del oído.
El estudio. Este estudio evaluó los hábitos de uso de reproductores MP3, discman y IPED en 100 estudiantes de Harvard. A cada uno de ellos se les realizaron dos pruebas acústicas llamadas audiometrías.
Una evaluó la capacidad de cada usuario de los reproductores de detectar sonidos transmitidos a través de los auriculares y la segunda evaluó la habilidad de los huesos de su cabeza para detectar sonidos.
El estudio no encontró diferencias (beneficios o prejuicios) entre los niveles de sonido de las diferentes marcas de reproductores ni entre los géneros musicales evaluados: desde clásica, disco, country , rock y heavy metal .
Tampoco hizo diferencia entre los audífonos que se colocan ‘dentro’ de la cuenca del oído y los que se ‘guindan’ de la oreja.
Apoyo experto. Una investigación de la científica Terri Ives, de la Escuela de Audiología del Colegio de Optometría de Pensilvania, apoya la advertencia hecha por Fligor.
Ives aclaró que el riesgo de sordera no disminuye por el uso de audífonos especiales. “Los auriculares que se colocan dentro de la oreja y emiten el sonido directamente a los oídos no son más peligrosos que los que se ubican fuera del pabellón de la oreja. Ambos causan igual daño”, dijo Ives.