Con 13 años de experiencia como guía de campo y desde hace dos años como gerente de capacitación de Conservation Corporation Africa, la empresa líder en safaris en África, Graham Vercueil considera que la acreditación de guías turísticos por la que propugnan muchos gobiernos, debe estudiarse con cuidado.
Vercueil visitó el país recientemente, invitado a un ciclo de capacitación de guías por la empresa Costa Rica Expediciones, y concedió una entrevista en la que se refirió al proceso de formación y acreditación de los guías, un tema que ha generado diferentes reacciones en donde se ha propuesto.
En Costa Rica, el Instituto Costarricense de Turismo promueve desde hace dos años –con base en un decreto– la obligatoriedad de que los guías dedicados al turismo de aventura obtengan una certificación que los acredite como tales. Esta certificación incluye cursos previos impartidos por el Instituto Nacional de Aprendizaje y demostrar que se habla inglés, entre otras condiciones.
Muchos operadores de este tipo de turismo ya han acatado la disposición, pero algunas de las empresas más importantes del sector se oponen a la medida, por no estar de acuerdo con los plazos y los requisitos y por considerar que la medida desconoce la realidad diaria del oficio de guía.
Para Vercueil, el principal atributo que debe exhibir quien se dedique a conducir expediciones ecoturísticas es una adecuada actitud. Lo demás es un balance entre habilidades y conocimiento, para conformar la “competencia” que hay que mostrar en este campo.
Por ello, considera que la certificación basada únicamente en el currículo de los aspirantes no es suficiente. A su juicio, si no se tienen las habilidades propias para el cargo, la certificación como tal no tiene sentido.
“Los conocimientos se pueden adquirir en cualquier momento, y fácilmente. Las habilidades para este trabajo, no; se tienen o no se tienen”, afirma.
Ejemplo africano. Según Vercueil, en Sudáfrica, sede de Conservation Corporation Africa, el Gobierno no dictó las reglas en materia de acreditación sino que creó un comité del que formaron parte representantes privados de la industria del turismo naturalista.
Ese comité constituyó un foro denominado Standard Generation Body, que fue el que finalmente determinó lo que los guías debían saber como mínimo.
Todo condujo a disponer de estándares grupales y de subgrupos que representaban las diferentes disciplinas, para, finalmente, exigir conocimientos específicos según las respectivas áreas de trabajo.
El experto añade que a partir de una correcta actitud en este oficio, entran en juego la personalidad y el entusiasmo como elementos vitales para el buen desempeño de un guía.
“Un buen guía puede cambiar de hábitos cuando sea necesario”, lo cual nada tiene que ver con la acreditación.
Conservation Corporation Africa opera en Sudáfrica, Kenia, Tanzania, Zimbabue, Namibia y Botswana, donde posee 37 campamentos de safari de renombre mundial. Recientemente extendió sus acciones a India.
También creó la Fundación Africa en procura de propiciar mejores condiciones de vida para la comunidades cercanas a las áreas protegidas africanas.