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París. AFP Un inusual estudio publicado por científicos noruegos indica que la gente nacida durante periodos de calma solar parece vivir más que aquellos que llegaron al mundo en momentos de gran actividad solar.
“Los individuos nacidos durante los periodos agitados de nuestra principal estrella, marcados por poderosas deflagraciones y tormentas geomagnéticas, tienen una esperanza de vida cinco veces menor”, asegura el reporte, hecho por la Universidad de Ciencias y Tecnología de Noruega.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo científico comparó los datos demográficos de 8.000 noruegos nacidos entre 1676 y 1878, con los registros de las observaciones astronómicas del Sol durante el mismo periodo.
“La actividad solar durante el nacimiento disminuye la probabilidad de supervivencia en la edad adulta y, por lo tanto, reduce la esperanza de vida promedio”, según el estudio publicado en la última edición de la Revista Proceedings of the Royal Society B.
“En promedio, la esperanza de vida de los individuos nacidos durante los periodos de actividad solar máxima, tenían 5,2 años menos de esperanza de vida que los nacidos en un periodo de actividad solar mínima. El impacto es mayor en mujeres que en varones”, agregan los autores del peculiar estudio.
El Sol tiene ciclos que duran unos 11 años entre un periodo de mayor actividad –el máximo solar– y el siguiente, aunque hay excepciones notables a la regla.
Los máximos solares se caracterizan por un aumento en las manchas solares, deflagraciones y eyecciones de masa, capaces de afectar las comunicaciones de radio y las redes de flujo eléctrico en la Tierra, dañar los satélites y perturbar los instrumentos de navegación.
La actividad solar también está relacionada con los niveles de radiación ultravioleta, un factor con impacto demostrado en la supervivencia y las capacidades reproductivas, que probablemente cause daños celulares y al ADN.
